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Los riesgos de inundación en Vilagarcía

Lucía D. Bóveda | revista eSmás Vilagarcía Nº 35 Invierno 2021

¿Qué sucede en el centro urbano de Vilagarcía cuando llueve? ¿Qué causas y soluciones hay para las inundaciones?
Los riesgos de inundación en Vilagarcía

Contar que en Vilagarcía de Arousa hay riesgo de que haya inundaciones cada vez que se producen lluvias más intensas de lo habitual no es decir nada nuevo. Quien más, quien menos, los habitantes de esta ciudad lo han vivido y sufrido en más de una ocasión en sus propias carnes. En cuanto llega la temporada de lluvias, ciertas zonas de la ciudad se convierten en auténticos ríos, que afectan a bajos, garajes y mobiliario urbano, así como a la movilidad de los vilagarcianos.

En la memoria de todos los habitantes de esta ciudad están todavía guardados los sucesos que tuvieron lugar hace 15 años, en 2006. Fue el 27 de noviembre un día que quedó marcado para la historia, la primera vez que se desbordó el río O Con a su paso por el centro. Seis horas fatales en las que llegaron a caer más de 60 litros por metro cuadrado, que, conjugados con la subida de la marea, tuvieron un desenlace nunca antes visto. Hubo zonas, como la calle Alcalde Rey Daviña o la plaza de la Constitución, en las que el agua superó el metro de altura. Llegó incluso a inundarse parcialmente la avenida Rosalía de Castro, lo que originó grandes atascos y cortes en los accesos a la ciudad.

Era la primera vez que pasaba, pero se estima que, cada año, hay una probabilidad del 2% de que se vuelvan a producir estas riadas. Por lo que, por muchos años que pasen, si no se encuentran soluciones para que esto no vuelva a suceder, Vilagarcía no está fuera de peligro.

Las causas y las zonas de riesgo

Las principales áreas inundables son el casco urbano de Vilagarcía de Arousa, el Parque de A Coca y la zona alta del río O Con. Pero, ¿por qué sucede esto? Para entenderlo, hay que entender primero cómo es la red hidrográfica de Vilagarcía. Tiene el río O Con como principal colector, que nace cerca del Monte Xiabre, en donde forma el embalse de Castrogudín. Continúa su camino varios kilómetros para acabar desembocando en la ría de Arousa tras atravesar el casco urbano, por donde discurre canalizado, al igual que el arroyo de Santa Mariña, el último de sus afluentes por la margen izquierda, en su tramo final.

El problema está en que hay una escasa distancia entre las fuentes de ambos cursos y la desembocadura, por lo que discurren por fuertes pendientes. Esto, unido a las lluvias intensas, puede llegar a generar incrementos de los caudales y, por lo tanto, inundaciones. Es lo que sucede en el casco urbano de Vilagarcía, si bien también influye que se construyó sobre una zona plana de marisma y a una cota demasiado baja.

   

Por otro lado, el hecho de que tanto el río O Con como algunos de sus afluentes estén canalizados a su paso por la zona urbana, a veces incluso enterrados, dificulta el acceso para poder hacer un adecuado mantenimiento y limpieza de los mismos. Los numerosos desagües de aguas pluviales que hay en el tramo urbano del río agravan además la situación, ya que, sobre todo durante la pleamar, la orografía del terreno supone por sí misma un grave inconveniente. Por último, las características del suelo de la zona, así como los incendios, que destruyen la cobertura vegetal, hacen que se vea incrementada la impermeabilidad del suelo y disminuya su capacidad de filtración de agua.

Soluciones

Soluciones se han intentado dar varias a lo largo de los años, ya que esto es algo que viene de lejos. Algunas desde organismos oficiales, como las que salieron tras la redacción de un estudio por parte de Aguas de Galicia. En ese momento, en el año 2006, se propuso eliminar los obstáculos actuales en la zona urbana del río O Con para dotar al cauce de una mayor sección de desagüe. Sin embargo, casi 15 años después, tan solo se ha completado la primera fase de este proyecto.

También se han ofrecido soluciones desde otras fuentes. Como la propuesta por Gonzalo García-Alén Lores, ganador del premio Rodrigo del Hoyo al mejor Trabajo Fin de Máster de Ingeniería Hidráulica por el estudio 'Mitigación del riesgo de desbordamiento del río O Con en Vilagarcía de Arousa', que pasa por construir un parque inundable ubicado en la Finca do Ouro. Considera que, si bien no proporciona una solución definitiva al riesgo de inundación de la ciudad, es lo más adecuado, tanto desde un punto de vista social como funcional, para reducir el riesgo de que se produzca un nuevo desbordamiento de este río.

"Augas de Galicia construirá dos tanques de tormenta para prevenir las inundaciones"

Según diversos estudios que se han realizado a lo largo de los años, todo el borde del litoral de la capital arousana está en una zona potencialmente peligrosa y con riesgo de inundación, desde Carril hasta O Rial. Se trata, justamente del área más poblada, pues es donde se asienta el 75% de la población y solo unas 9.500 personas viven en el interior. En cuanto a las zonas fluviales, tanto O Con como el Rego de Sordido fueron consideradas Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs) en la evaluación preliminar del riesgo de inundación realizada para el borrador del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación Galicia-Costa 2015-2021.

De hecho, no llama la atención saber, aunque sí preocupa, que, según los estudios realizados para confeccionar el Plan, Vilagarcía fue el cuarto concello gallego en la que más inundaciones se produjeron entre 2011 y 2017, solo por detrás de las ciudades de Vigo, Santiago y A Coruña.

Los últimos pasos que se han dado para intentar evitar las inundaciones en Vilagarcía fueron hace apenas unos días. El pasado mes de noviembre se dio la aprobación inicial a un proyecto diseñado por Augas de Galicia que planea la construcción de dos tanques de tormenta para prevenir las inundaciones en el entorno urbano. Es esta actuación parte de un proyecto más amplio comprometido por la Xunta de Galicia para mejorar el sistema de saneamiento. Los tanques se construirán en la avenida Rodrigo Mendoza, concretamente en el aparcamiento que se encuentra delante del Fexdega, y en la calle Valle-Inclán, justo en la desembocadura del río de O Con.

La intención es, precisamente, ofrecer una solución y reducir los riesgos de inundación cuando las lluvias copiosas y la pleamar coinciden, que fue precisamente lo que sucedió aquel día de noviembre de 2006. Estos tanques servirán, además, para eliminar los vertidos que resultan cuando se colapsan las redes pluviales y evitar que confluyan con las aguas residuales.

La realidad es que un estudio realizado por la Consellería de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible para dar soluciones para el encauzamiento del río O Con tras las inundaciones de 2006 recomendaba evitar edificar en la zona inundable. Además, establecía medidas destinadas a minimizar el daño de las inundaciones, como la limpieza de canales o el dragado del fondo de la canalización. Por último, proponía otras actuaciones a largo plazo, como realizar canalizaciones a cielo abierto, eliminar obstáculos o modificar perfiles. Sin embargo, admitía que cualquiera de estas medidas tan solo serviría para minimizar el riesgo. Y es que la ubicación del núcleo urbano como las características de la zona hacen que eliminarlo por completo sea tarea casi imposible, por lo que debemos estar siempre preparados.


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