Cuando en el año 1088 el rey Alfonso VI hizo donación al Monasterio de San Martín Pinario de la iglesia de San Juan de Boione con sus heredades, que por entonces era un anejo de San Martín de Sobrán, poco imaginaba que, con el paso de los años, este pequeño lugar se transformaría en una rica tierra, que fue municipio por poco tiempo, parroquia del municipio de Vilanova, posteriormente de Vilagarcía, y de nuevo de Vilanova.

El testimonio más antiguo acerca de esta parroquia nos lo proporciona el que fuera cardenal de Santiago, Jerónimo del Hoyo, el cual, como visitador del arzobispo de Santiago, visita la parroquia de Baión y dice en sus Memorias del año 1607, que:

“Hay en esta feligresía de San Juan ciento y diez feligreses. Los frutos se hacen en quatro partes, las tres y un dezmero (décima parte) lleva el cura, que valdrá ciento y diez cargas y diez pipas de vino cuando se coxe. Presentación de don Pedro Álvarez de Sotomayor por su mujer; la quarta parte pertenece a la mesa arzobispal. La fábrica tiene ciertas heredades que andan arrendadas en veinte ducados. Hay en esta iglesia una dotación de una capellanía en el altar colateral del lado de la Epístola, con obligación de una misa cada semana, y que en el día del Corpus Christi se haga una procesión con siete sacerdotes y den a cada uno tres reales, y por una misa cantada el día de San Roque, al rector que fuese seis reales. Hay en esta feligresía dos hermitas: la una de Sancta Martha, dotada de tres celemines de pan para sus reparos, la otra de San Simón questá a cargo del rector que lleva por ella renta”.

La ermita de San Simón es importante por la romería que se celebra en la misma, del 28 al 30 de octubre, y por haber servido de inspiración al escritor Valle-Inclán para confeccionar su obra “El embrujado. Tragedia en tierra del Salnés” a consecuencia de circunstancias trágicas en dicha romería y que fue editada en 1913.

La ermita de Santa Marta, situada en el lugar de Ponte Arnelas, cerca del puente, alberga las imágenes de Santa Marta, San Cayetano y la Virgen de Lourdes, y a su alrede- dor se celebra también anualmente una conocida rome- ría.

Como el resto del valle del Salnés, Baión es rica en pazos y casas señoriales, tales como la Casa de Balado; el Pazo de Cavido; la Casa de Fontán, también conocida como Pazo de Baión, que perteneció inicialmente a Vasco Fernández de Montelide en el siglo XV, escudero del conocido personaje Pedro Álvarez de Sotomayor; la Casa de Guerrero, situada en el lugar de A Torre, que en su tiempo tenía incluso torre del homenaje; la Casa de Juan García; la de Puceiro, y las Casas de Rabuñade y Rial.

Fonte en Baión, Vilanova de Arousa SAN XOAN. BAION 1950-1960

Tras la guerra de la Independencia y la formación de ayuntamientos, una parroquia tan rica como Baión era apetecida por los ayuntamientos limítrofes a la vez que los dirigentes parroquiales intentaban formar un municipio independiente. Por ello, pasó de la independencia a pertenecer a otros ayuntamientos. A este respecto. se puede ver como perteneció en diversas épocas a los ayuntamientos de Vilanova y Vilagarcía.

En el fondo, desde el siglo XIX una parte grande de la población deseaba unirse a Vilagarcia, cosa natural, porque los campesinos acudían preferentemente al mercado de este municipio para vender sus productos y a Vilagarcía llegaban también los que tenían algún trabajo u oficio. Por otra parte, estaba más y mejor comunicado que Vilanova capital.

En esta ocasión no fue probable la anexión, pero en 1935 aumenta la presión para pertenecer a Vilagarcía e incluso se comenta la posibilidad de que todo el municipio pase a integrarse definitivamente, desapareciendo como tal ayuntamiento.

En medio de opiniones a favor y en contra de la anexión, el alcalde vilagarciano y el resto de la corporación se mani- festaron conformes con la anexión de Baión y otras parro- quias que lo desearan.

El escritor Darío Álvarez Limeses y María Blázquez Ballester en Baión en el año 1928.

En el ayuntamiento de Vilanova había opiniones a favor y en contra de la anexión, por lo que en dicho año hay un pleno municipal en el que salen triunfantes los concejales pro anexión a Vilagarcía de la parroquia de Baión, junto con las de András y la isla de Arosa, acordándose por mayoría que pasaran a Vilagarcía. Por si esto no fuera bastante, en un pleno celebrado poco después se acuerda también la segregación de la parroquia de Tremoedo y su anexión a Vilagarcía. Esto suponía, en la práctica, que el municipio de Vilanova solo tenía, además del centro urbano, las parroquias de Caleiro y Deiro.

Así ocurrió finalmente que Baión y las otras parroquias separatistas quedan anexionadas a Vilagarcía y los habitantes de Vilanova opuestos a la segregación hacen manifestaciones y algaradas hasta el extremo de invadir el ayuntamiento y obligar al alcalde a que dimita del cargo y lo firme por escrito.

Se produce por ello una huelga general con corte de carre- teras y de las líneas telefónicas, lo que obliga a intervenir al gobernador, que envía a la Guardia Civil y a la Guardia de Asalto para evitar enfrentamientos entre la población.

Ante dichos tumultos, se acuerda en Vilanova que los plenos ya no se harían en la Casa Consistorial, sino en una casa alquilada en Caleiro, protegida por la Guardia Civil.

A partir de entonces se inicia un litigio judicial entre los ayuntamientos de Vilanova y Vilagarcía, dejando en manos de los tribunales de justicia la solución acerca del municipio que se quedará Baión y las otras tres parroquias.

Los juicios continúan incluso durante la Guerra Civil, hasta que el 1 de enero de 1946 el pleno municipal de Vilagarcía acuerda traspasar la parroquia de Baión a su antiguo municipio de Vilanova por orden del Tribunal Supremo. Se acaba así la pertenencia de Baión al ayuntamiento de Vilagarcía, que mantuvo su concejal - Francisco Castro Vidal - en los plenos municipales de este municipio desde el año 1935 hasta finales de 1945.