Hablamos con Santi, responsable del Club de Baloncesto El Doce, que tras décadas de actividad, trabajan por continuar su actividad.

¿Cómo y cuándo fue la fundación del club El Doce?

Nuestro club nace por la ilusión de unos jóvenes que ya jugábamos en otros equipos como el Liceo, BBC, Xuven, Cuntis... Para seguir juntándonos cada verano y jugar el ya extinto Campeonato de Verano de San Roque, en Caldas de Reis.Así nace en 1985 el equipo de baloncesto El Doce. Tras varios años repitiendo esta experiencia, decidimos en 1996 federar el equipo y convertirlo en un club para jugar la liga senior oficial y jugar como locales en la localidad de Portas. Además creamos un equipo de cadetes en la localidad de Caldas de Reis, que es donde más nos apoya- ban para lograr el desafío que nos planteábamos.

Pasaron los años y compañeros por el equipo, hasta que la mayoría de integrantes éramos de Vilagarcía de Arousa. Con mucha gratitud a Portas y a pesar de las pocas facilida- des ofrecidas por el concello arousano, se decide cambiar nuestra sede a Vilagarcía. A partir de entonces el campo de juego Fontecarmoa se convierte en nuestra casa y ahí continuamos en la actualidad.

¿Cómo fue su trayectoria hasta este momento?

La palabra trayectoria es un término difícil, los éxitos, ascensos, etc. Van siempre ligados al poder económico del club. Las ligas son competiciones caras y con grandes desplazamientos para gente que trabaja y tiene ya familias.

Se han jugados varios años fases de ascenso con mejores y peores resultados, incluso pudiendo haber ascendido un par de años. No obstante, este es un reto que no está en nuestra agenda, por lo anteriormente expuesto y porque la economía del club depende directamente de los jugadores y directiva, así como de los pequeños esfuerzos de amigos de locales de ocio y empresas del entorno.

Eso sí, estamos muy orgullosos de poder decir que por aquí han pasado un ciento de amigos durante todos estos años, que han podido practicar este deporte que nos apasiona y así mantener este Club vivo para los hijos de otros, que van quedando tirados o apartados de otras filosofías.

¿Cómo es la situación actual del club?

Actualmente, nos encontramos en una situación económi- ca difícil, como siempre, pero con más jugadores e ilusiones que nunca. Lo que más rabia da, es que después de ver como casi desaparece la liga senior zonal en Arosa, y tener que resistir jugando por la zona de Santiago y Vigo durante unos años, ahora parece que empiezan a nacer nuevos equipos por la comarca. No nos valorará nadie por esta resistencia, pero es algo que nos enorgullece.

¿Cómo ves los próximos años del club?

Nuestro objetivo es, fue y será siempre el mismo: ser la alternativa a clubs con otras inquietudes, en unos casos más o menos mercantiles y que abandonan este deporte al llegar a ciertas edades. Además, queremos ser una alterna- tiva a los que tienen al deporte de la canasta como una forma de aprovechar el tiempo libre, hacer deporte y crear vínculos de amistad.