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Cómo aprender a relajarnos: La respiración

Elvira Romay Cousido: Terapeuta / Counsellor Humanista Integrativo | revista eSmás O Salnés Nº 24 Primavera 2023

Trabajar nuestra respiración es una muy buena herramienta para trabajar los pensamientos y las sensaciones.
Cómo aprender a relajarnos: La respiración

 

Un día le escribo a una paciente “No te olvides de respirar”. Ella me responde con una cara llorando de risa, “Vale”. Esto que puede sonar a chiste, es de vital importancia si queremos aprender a relajarnos. Todos respiramos para mantenernos vivos y es algo que hacemos sin pensar. Este artículo habla de otro tipo de respiración, una respiración consciente y profunda que puede convertirse en nuestra herramienta favorita para bajar nuestros niveles de estrés.

“Sati” es una palabra pali, lengua indoeuropea que se hablaba en Nepal, y en español significa la recta atención, o consciencia plena. Actualmente oímos mucho la palabra “mindfulness” que sería la traducción en inglés de esta palabra sati. Mindfulness es un modo de vivir en el presente sin juzgar. ¿Cómo lo logramos? Aprendiendo a respirar. El modo en que respiramos dice mucho de nosotros y del modo en que vivimos. Cuando sentimos más estrés nuestras respiraciones son más cortas y rápidas. Ser consciente de nuestra respiración nos ayudará a calmarnos interiormente y, con la práctica diaria, a generar sentimientos positivos hacia uno mismo y también hacia los demás.

Podemos entrenarnos en una respiración consciente guardando unos minutos al día para hacerlo. Sugiero que, nada más despertarnos y al acostarnos, nos centremos en nuestra respiración. Podemos empezar inspirando contando hasta tres y soltando el aire contando hasta seis. Así una, dos, tres veces, o las que necesitemos. Otro tipo de respiración que recomiendo en cualquier momento del día que sintamos un pico de estrés, es la que yo llamo “respiración profunda con suspiro”. Primero haz una inspiración profunda, llenando los pulmones. Haz una pequeña pausa de un par de segundos, e inspira un poco más de aire, un poquito, el que puedas. Ahí. Muy bien. Ahora el aire debe salir expulsándolo lentamente y con un gran suspiro final con sonido tipo ¡Aaahhh! ¡Listo! Seguro que te sientes mejor.

Trabajar nuestra respiración es una muy buena herramienta para trabajar los pensamientos y las sensaciones que nos generan malestar. Al centrarnos en nuestra respiración, nuestra mente nos acompañará centrándonos en ella y no en esos pensamientos molestos que nos atormentan en muchas ocasiones. Pero puede ser que nada más despertarnos o al acostarnos estemos practicando estas respiraciones y nuestra mente se escape hacia esos pensamientos. En ese caso, lo que necesitamos es volver amablemente a nuestra respiración.

Hay personas que se imaginan que proyectan esos pensamientos en una pantalla hasta que desaparecen, otras se imaginan que son globos y salen volando. Podemos observarlos con tranquilidad y volver a nuestra respiración, acoger esas distracciones con serenidad y amabilidad es una buena manera de sentirse a salvo y vivir a gusto.

Sati o Mindfulness requiere práctica y compromiso, convirtiéndose en una forma de sentir y estar en el mundo. Con consciencia plena y una mente en calma, podremos observar el mundo con curiosidad, admiración y amor.


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