El 15 de septiembre de 1873 llegaba a Vilagarcía de Arousa el primer convoy ferroviario en la historia de la localidad. Tras partir de la estación de Cornes y después de un recorrido de 42 kilómetros, el tren de la línea Santiago-Carril llegaba a su destino: la vieja estación de tren situada frente a la playa de Compostela, hoy convertida en todo un símbolo de la historia ferroviaria de Vilagarcía.

Su llegada supuso una auténtica evolución financiera, turística e industrial para la villa, sobretodo de vecinos de Santiago que venían a pasar sus jornadas estivales en el mar a través del tren. Muchos de ellos construyeron residencias de verano junto a la playa formando el conocido como barrio de la Prosperidad y que aún a día de hoy se pueden ver casas de la época en la playa como Villagüimil y otras que sí están reformadas.  Sin duda, la mejor acción de promoción turística que jamás se haya hecho para Vilagarcía fue la construcción y promoción de la Playa Compostela, ya que fue una iniciativa del gobierno local de hace casi 100 años con la que construyeron una playa realmente buena e hicieron un parque para dar servicio a los visitantes, llamando a la playa y al parque Compostela en honor a los viajeros que llegaban por tren a la estación que nos unía con Santiago y que estaba a escasos metros, realmente una visión estratégica a nivel turístico que nunca ha vuelto a tener Vilagarcía, ya que desde entonces todo han sido acciones negativas para el turismo de nuestra ciudad.

Muchos años han pasado desde entonces, pero si hay algo que no ha cambiado es el enorme flujo de pasajeros que utilizan este medio de transporte público para llegar a Vilagarcía. Una estación que está considerada entre la quinta o la sexta con más viajeros de Galicia, rondando los 2.000 diarios. Partiendo de esta premisa, la sociedad vilagarciana llevaba años reclamando la parada del AVE en Vilagarcía. Una demanda social y política que pudo materializarse el 21 de diciembre del 2021 tras muchos años de lucha, permitiendo a los arousanos llegar a Madrid en menos de 4 horas.

Pero, además, el AVE no solo supone la creación de una comunicación directa con la capital de España. También conecta a la ciudad gallega con otras zonas del país, permitiendo el enlace en Madrid con trenes a Sevilla, Málaga, Valencia o Barcelona. Las posibilidades son múltiples y el gran hito consiste en poder atravesar toda la geografía española en menos de 8 horas.

Actualmente, los vilagarcianos tienen dos opciones distintas de trenes directos para llegar a la capital: el primero sale a las 9.53 horas y tarda 3.49 minutos, mientras que el segundo sale a las 17.42 horas con un tiempo de duración que supera por poco las 4 horas. En ambos casos, siempre y cuando se compre con suficiente antelación, el coste del billete puede rondar los 40 euros. Aunque para la mayoría de los viajes, el precio medio está en los 60 euros, esperemos que en el futuro se aumente el número de trenes con este servicio y se abarate el coste para poder fomentar el aumento de viajeros a nuestra ciudad que para todos sería beneficioso.

Si bien es cierto que el precio no es el más económico ni los horarios los más cómodos, el éxito de la conexión es latente a simple vista. Solo hace falta bucear un poco en la página de Renfe para darse cuenta que las plazas, especialmente durante los fin de semana, se agotan rápidamente. El AVE ha supuesto un gran avance para Vilagarcía, que ahora goza de una mejor conexión con el resto de España. Ante la ausencia de aeropuerto en la zona y con el precio de la gasolina disparado, la opción de viajar en tren parece ser la más viable.

Además, la llegada del AVE a la ciudad también está poniendo sobre la mesa la necesidad de realizar otras mejoras en cuanto a las comunicaciones.

De cara al futuro, ya se está trabajando en la idea de construir una estación intermodal que agilice el transporte desde Vilagarcía a otras localidades arousanas. Un proyecto inspirado en el modelo de Pontevedra, aunque, ya de por sí, Vilagarcía goza de mayores ventajas. No podemos olvidar que en la localidad arousana ambas estaciones están situadas en un entorno privilegiado: en pleno centro urbano y a escasos 300 metros de la playa. La actual estación de bus de Vilagarcía está a tan solo unos minutos de la del tren, siendo el enlace perfecto para que los habitantes de todo O Salnés puedan desplazarse a cualquier punto de Galicia y España.

A día de hoy, las frecuencias de los buses son escasas y el servicio tiene mucho qué mejorar para poder cubrir las necesidades de la población. Solo falta esperar que los responsables políticos sigan luchando por conseguir nuevos avances en los medios de transporte, ya que éstos son un reflejo del desarrollo de la ciudad.