Logo de la empresa

El Castro da Bouza, en Trabanca Badiña

Alberto Martínez Gago | Revista eSmás Vilagarcía Nº 14

El Castro da Bouza se sitúa en un pequeño espolón en la ladera suroeste del Monte Xiabre
El Castro da Bouza, en Trabanca Badiña
Continuamos nuestro viaje por la arqueología de Arousa, en este caso nos vamos a parar en el Castro da Bouza o Castro do Coruto, que se sitúa cerca de los depósitos de la depuradora de Trabanca Badiña, en Vilagarcía de Arousa.

En el ayuntamiento de Vilagarcía tenemos al menos, además del famoso Castro de Alobre, cuatro castros más: el Castro de A Xaiba en San Pedro de Cea, el Castro de Aralde, en San Martín de Sobrán, el Castro de Arriba en Trabanca Sardiñeira, quizás el más alterado debido a diferentes construcciones, y el ya citado Castro do Curuto o da Bouza.

El Castro da Bouza se sitúa en un pequeño espolón en la ladera suroeste del Monte Xiabre, desde donde se obtiene un pequeño dominio visual del entorno, y se sitúa muy cerca de varios regatos, el de Carballido, el de Guillán y, algo más lejano, el del Cón. Se trata de un castro pequeño, un asentamiento castreño que estructuralmente no ha sufrido alteraciones muy graves debido a diferentes construcciones.
Presenta una forma circular en planta de unas dimensiones aproximadas de 120 por 120 metros y consta, como todos los castros, de dos zonas bien definidas: un recinto superior, la corona o croa, con forma circular también, compuesto por un afloramiento granítico al norte con huellas de trabajo de cantería moderna y una terraza hacia el sur con restos de un parapeto y, por otro lado, un recinto inferior formado por al menos dos terrazas bien definidas donde se situaban seguramente las construcciones habitacionales, las casas, aunque visualmente hoy en día no se perciban, y restos de varios fosos con aberturas de rampas de acceso, muy difíciles de ver también. Hoy en día tampoco se aprecian restos de murallas, pero esto no quiere decir que en su momento no las hubiera tenido, sino que parte de ellas quizás estén todavía enterradas, y otra parte se la hayan llevado para reutilizar posteriormente al construir los muros de las casas y los cierres de las fincas.

Esto es a grandes rasgos lo que podemos decir del castro, ya que hasta el momento no se ha excavado, por lo que no podemos añadir más datos.

¿Qué es un castro?

A grandes rasgos, “castro” proviene de la palabra latina “castrum” que significa fortificación militar. Así pues, se trata de un poblado fortificado prerromano, algunos ya habitados desde los siglos VII y VI a.c. Hasta la romanización no poseen calles en ángulos rectos, y las construcciones son de planta circular muy próximas unas a otras. No existe una organización urbanística propiamente dicha. Las más antiguas serían de paja y barro y, las más modernas, de mampostería, con el suelo de barro también, aunque en algunos casos se han documentado losas a modo de pavimento, y el techo de ramas, paja y barro y posteriormente con tejas.
 
Estos poblados se sitúan en colinas, promontorios o zonas costeras que facilitan la visibilidad, el dominio del entorno y su defensa, y normalmente también constan de murallas, fosos, parapetos y terraplenes como estructuras defensivas, aunque éstas con una finalidad más simbólica de poder, de estatus, más que como necesidad bélica.

Interiormente constan de dos recintos, como ya hemos señalado arriba, la corona, donde se documentan a veces edificios de carácter administrativo, burocrático, y las terrazas inferiores donde se sitúan las casas.

Y con esto finalizamos, en próximos artículos profundizaremos en sociedad, economía y romanización, y también os hablaré de la Pedra do Meán, un petroglifo que se haya muy cerquita del Castro.

Anunciantes en el número actual la revista eSmás:


Scroll to Top