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El Castro de Aralde

Redacción revista eSmás | Revista eSmás Vilagarcía Nº 20

En este número de primavera nos vamos a parar en el Castro de Aralde, en los límites de Vilagarcía con Vilanova.
El Castro de Aralde


En este número de primavera nos vamos a parar en el Castro de Aralde, en los límites de Vilagarcía con Vilanova.
Como ya os hemos comentado en un artículo anterior, en el ayuntamiento de Vilagarcía tenemos al menos, además del famoso Castro de Alobre, cuatro castros más: el Castro de Arriba en Trabanca Sardiñeira, el Castro do Curuto o de A Bouza, el Castro de A Xaiba, y éste, el Castro de Aralde.

El castro se sitúa en una pequeña colina desde donde se obtiene un dominio visual muy amplio del entorno. Presenta una planta de forma elíptica, en dirección noroeste-sureste, con unas dimensiones de 400 m. en su eje norte-sur y 300 m. en su eje este-oeste aprox. Presenta dos recintos separados por un pequeño foso, como podéis ver en las fotos. El recinto más al norte estaría más alterado que el sur.
Éste último, de mayores dimensiones presenta al menos dos terrazas, varios terraplenes y una corona que antiguamente estaba rodeada por una muralla, hoy en día imposible de visualizar debido a la masa forestal, ésta misma, nos imposibilita también documentar restos de viviendas así como de visualizar bien las dimensiones y la propia forma del castro, aunque da la sensación de que la corona también estaría rodeada de un pequeño foso.

Cómo ya os comentamos en otros artículos, un castro es un poblado fortificado de la cultura castrexa (Edad del Hierro principalmente):

Las casas eran de piedra (en sus inicios de madera, adobe, paja-barro), con el techo de paja sustentado por un poste central y un armazón de madera. Normalmente estas estructuras se organizan en torno a un patio común formando un conjunto: vivienda, almacén o taller. El suelo suele ser de “xabre”, en ocasiones de barro apelmazado, y raramente, enlosado. En cuanto a las paredes, éstas estaban enlucidas en su interior para proteger de la humedad. Hasta la romanización van a ser circulares y después en algunos casos rectangulares. En muchas ocasiones dentro de las viviendas nos encontramos pequeños hogares para cocinar y calentarse.

 

En cuanto a sociedad y economía, podemos decir que los habitantes tenían una actividad agropecuaria y por lo tanto una dieta variada, así, tenían cabras, ovejas, cerdos, vacas, y cultivaban mijo, trigo, cebada, avena, etc. También aprovechaban los recursos marinos, así se suelen encontrar los denominados “concheiros”, basureros donde se documentan restos de conchas como almejas, mejillones, lapas, caramujos, etc., y es posible que también cazaran animales como jabalíes y ciervos, entre otros, cómo se ha documentado en otros castros. Además, los habitantes consumían productos más “exóticos”, provenientes del comercio con los romanos: vino, aceite y conservas de pescado, por ejemplo. Continuaremos nuestro viaje por la arqueología de Arousa en el próximo número.


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