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El Dr Carús, ilustre médico vilagarciano del S. XIX

Victor Viana | Revista eSmás Vilagarcía Nº 22

Como médico se recuerda la vacunación gratuita, que junto con los doctores Bernardino Viqueira y Laureano Gómez efectuó en 1891 en Vilagarcía.
El Dr Carús, ilustre médico vilagarciano del S. XIX

Roque Carús Falcón, en cuya memoria hay una plaza conocida como “plaza del Dr. Carús”, nació a las nueve de la noche del día 16 de agosto del año 1852, en el seno de una familia dedicada al comercio y cuya casa está situada en la misma plaza que lleva su nombre. Debió ser una familia acomodada para la época, ya que cuando su padre falleció, Roque solo contaba seis años, dejando además otros cuatro hijos, estudiando también algunos de ellos en la Universidad de Santiago.

Roque Carús estudio en dicha Universidad, licenciándose a la vez en Medicina y Ciencias Físico Químicas, doctorándose después en ambas carreras. Como médico, se recuerda la vacunación gratuita, que junto con los doctores Bernardino Viqueira y Laureano Gómez efectuó en 1891 en Vilagarcía. En la otra faceta, la de Ciencias Físico Químicas, publicó en el año 1900 un trabajo titulado, “Monografía sobre la remolacha azucarera: ensayo de su cultivo en algunas comarcas gallegas”. Decía el Dr. Carús, que en el caso concreto de Vilagarcía “las mejores zonas para el cultivo de la remolacha, son la parte alta de los lugares de La Torre, Trabanca y Quinteiro”.

ObraEl ilustre médico Roque Carús

Su gran aportación científica fue el libro titulado “Los misterios de la naturaleza. Investigaciones sobre el microplancton de la Ría de Arosa”, siendo uno de los primeros publicados sobre este tema del plankton en España, tras una laboriosa investigación en las aguas de la ría de Arousa. Para ello, solo contó con tres objetos: una gamela para poder trasladarse por toda la ría, un caldero para recoger sus aguas y trasladarlas a su clínica, y un microscopio para visualizar y posteriormente dibujar las figuras del plankton, base de la vida en la ría. Al poco tiempo de publicar el libro, fue traducido al alemán, lengua por entonces la más científica de todas.

Los pequeños viajes y recogida de agua, que el Dr. Carús llamaba “expediciones”, fueron a las siguientes zonas: ”la bahía de Villagarcía, Bahía de Villajuán, Bahía de Carril, ensenada de Rianjo, bahía de la isla de Arosa, bahía de Chazo, rada de Cambadas y ensenada de La Puebla”, haciendo en la parte final del libro un cuadro estadístico de la fauna y flora microscópica que había en cada una de dichas zonas.

La idea de investigar esta parte de la biología marina, de la que tan pocas publicaciones había en España, surgió de los trabajos que había iniciado en 1845 el alemán J. Müller, a lo largo de 15.000 millas marinas por diversos mares, gracias a la colaboración del Emperador de Alemania y la Academia de Ciencias de Berlín, bajo la dirección del gran fisiólogo, Dr. Hansen.


El Dr Carús destacó en el mundo científico por sus constantes investigaciones que publicaba en libros y en medios de comunicación de gran relevancia

Por esos años, naciones como Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos se habían embarcado en estas investigaciones, e incluso el pequeño país Mónaco, hacía trabajos de este tipo, mientras que en España había un total abandono de estas tareas. Posteriormente saldrían otros trabajos de investigación sobre este tema en la Ría de Arousa, aunque la mayoría fueron realizados por extranjeros.

Perfecto conocedor del alemán, tradujo al español una serie de investigaciones de la nación que por entonces era la más avanzada en estos trabajos, y entre ellos unos de los doctores Julius Braun y B. Fromm, que Carús tradujo con el título de “Compendio sistemático de balneoterapia, incluyendo la Climatología de la tisis”, que salió editado por la Librería y Enciclopedia de Ladislao Rodríguez de Vilagarcía, con sus 632 páginas.

Sea por esta traducción, o por la excursión que hizo con otras personas de Vilagarcía, lo cierto es que en la por entonces muy conocida revista “La Ilustración Gallega y Asturiana” en el nº 27 apareció su artículo, “ Una gira a los baños de La Toja”, en que habla de los mismos y sus propiedades terapéuticas, y que por entonces dirigía su buen amigo, Vicente García MillánTambién tradujo del alemán, “Instrucción para la reseña y manejo de los aparatos de polarización del físico Franz Schmit”, y el menos científico, “Colección de trozos literarios de los mejores autores alemanes”. De su propia cosecha editó el libro “Cuentos, dramas y cosechas”, cuyo original ardió en un incendio que hubo en su casa.

Como médico, trabajó en el balneario de La Concha de Arosa, muy concurrido por entonces tanto por paisanos del interior de la comarca, como de la misma capital de la provincia. Tuvo también su vertiente de docente, que realizó en el colegio León XIII, en donde alternó diversas materias, siempre relacionadas con la ciencia: “Elementos de Física”, “Elementos de Química”, “Cuadros de Historia Natural, “Agronomía e Industria”, y Oceanografía y Fisiología”, inventando a la vez una serie de aparatos relacionados con la biología marina. 


El Dr Carús tiene en Vilagarcía una plaza de homenajeFallecimiento

Tras una vida dedicada a la investigación y a la enseñanza, el Dr. Carús falleció el 30 de enero de 1910, sin dejar descendencia, y con este motivo, el periódico “Galicia Nueva” hizo el siguiente comentario: “El domingo falleció el ilustre doctor en medicina y reconocido publicista don Roque Carús Falcón. Que la muerte haya aumentado en su inconmensurable lista, el nombre de una victima más, no tiene importancia, pero la tiene y grande, que esa victima sea nuestro querido convecino don Roque Carús, porque con él arrebata al mundo científico, uno de sus hombres más estudiados y modesto”. El que había sido su compañero y director del colegio León XIII, Joaquín Núñez de Couto, solicitaba en nombre del centro, que se le diera el nombre de “Dr. Carús” a una plaza o calle de Vilagarcía, para recordar su intensa vida dedicada a la medicina, la investigación y la enseñanza.

Nuevos recuerdos de su vida fueron enviados desde distintos puntos de Galicia, e incluso desde Puerto Rico publicó en la prensa una sentida dedicatoria el poeta Ramón García Lago, y finalmente en el ayuntamiento se discutió al año de su muerte, la posibilidad de dedicarle una plaza o una calle. El pleno, con su alcalde Valeriano Deza, se inclinó por una calle del Castro, pero con el paso de los años y los cambios urbanísticos, esa calle se convirtió en la plaza que hoy conocemos como del “Dr. Carús”.


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