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El entrenamiento de Hipoxia

Redacción revista eSmás | revista eSmás O Salnés Nº14 - Otoño 2020

Hablamos de una nueva forma de entrenar en tiempos de coronavirus
El entrenamiento de Hipoxia

La hipoxia es un término médico que se ha extendido en los últimos meses. A raíz de la crisis del coronavirus y la obligatoriedad de utilizar mascarilla para prevenir el contagio, esta palabra ha estado en boca de muchas personas que alegan la falta de oxígeno durante su uso.

 

La hipoxia es un estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos que puede producirse por muchas causas, como el tabaquismo, la inhalación de gases o la exposición a grandes alturas. Se trata de una dolencia que puede ser crónica y causar graves problemas de salud.

 

Sin embargo, también puede ser un método de entrenamiento controlado para mejorar tu estado de salud. En este caso, hablamos de la Hipoxia Intermitente, muy utilizada por deportistas de éxito para mejorar su rendimiento y su forma física.

 

Este método de entrenamiento comenzó a emplearse en la preparación de los Juegos Olímpicos de México de 1968, ya que la ciudad se encuentra a 2.227 metros de altura. Por aquel entonces, los atletas que habitualmente trabajan a nivel del mar constataron los beneficios de entrenar en altitud y a partir de ahí empezaron a utilizar esta tecnología para evitar los desplazamientos a lugares de altitud real.

Al realizar ejercicio aeróbico, nuestro organismo tiene la necesidad de recibir oxígeno para las células y músculos. A través de la hipoxia con sistemas especiales o el simple uso de mascarilla, esta cantidad de aire respirado se reduce, provocando un déficit de oxigeno que puede causar múltiples beneficios:

  • Mejora el rendimiento físico: el organismo trabaja más, por lo que se realiza mayor trabajo en un tiempo menor.

  • Aumento de la resistencia y la potencia: aumenta la tolerancia al ejercicio incrementando la resistencia al stress.

  • Reducción de la fatiga: mejora el aporte de oxígeno en la vida diaria.

  • Mejora el descanso: el sueño se vuelve más profundo y la recuperación es más rápida

  • Mejora la condición de los enfermos asmáticos y cardiopáticos: diversos estudios han demostrado que es una herramienta válida desde el punto de vista preventivo y terapéutico.

  • Mejora la eficiencia en el consumo de grasas: actúa como impulsor de la oxidación de las grasas y reduce el apetito, por lo que se emplea en el tratamiento de patologías como la obesidad.

  • Mejora los procesos de limpieza del ácido láctico e incrementa el número de capilares sanguíneos.

 

De esta forma, se trata de una técnica de entrenamiento muy extendida entre los deportistas que gana relevancia durante la crisis del coronavirus. El uso de la mascarilla como elemento protector es incuestionable, por lo que muchos gimnasios han implantado este método para convertir las mascarillas en una herramienta y no en un obstáculo para el entreno. Muchos de los gimnasios que nos rodean ya están ofreciendo asesoramiento gratuito a sus usuarios para que pongan en marcha este método de entrenamiento seguro y saludable. Quien sabe si de una norma negativa y restrictiva podemos dar la vuelta a la situación y aprovechar para salir más reforzados físicamente en estos meses de incertidumbre.

 

 


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