Logo de la empresa

Entrevista a Carmen Villanueva, escritora vilanovesa.

Redacción revista eSmás | revista eSmás O Salnés Nº15 - Invierno 2020

Carmen Villanueva es una escritora vilanovesa que lleva a su localidad en el apellido y en el corazón.
Entrevista a Carmen Villanueva, escritora vilanovesa.

Aunque ha vivido gran parte de su vida en Vigo y en el extranjero, la escritora guarda muy buenos recuerdos de su infancia en Tremoedo, de donde son sus abuelos. Sus ganas por conocer sus raíces la llevaron a publicar un libro histórico sobre su aldea, a pesar de que ella se inclina más por la novela. Recientemente acaba de publicar su última obra, “Camelias rojas en la nieve”, cuya segunda edición acaba de salir a la venta.

Eres natural de Vilanova de Arousa, Tremoedo pero cuando aún eras muy pequeña tuviste que dejar tu tierra natal para ir a Brasil, donde estaban tus padres. Fue una etapa difícil para ti ¿Por qué te costó tanto adaptarte?

Mi infancia en Brasil fue un poco complicada la verdad. Yo conocí a mis padres en la primera comunión porque nací y me crié aquí en Tremoedo con mis abuelos y mis tías, pero luego vinieron mis padres esos días y me llevaron a Brasil a San Paulo, un sitio que me quedó muy grande con rasca- cielos, metros y un montón de cosas... Yo aquí vivía en una taberna, entonces fue un cambio que para una niña fue abrumador. Fue un pequeño shock el conocer a mis padres y de repente irme a vivir a otro país.

Empezaste a escribir como método de refugio, como una forma de huir de esa realidad que estabas viviendo y no querías vivir.

Pues mira en Brasil mis padres decidieron que tenía que estudiar en un colegio que era lo mejor que había. Fue una decisión, buena o mala no sé, pero fue una decisión de ellos que yo no puedo juzgar. Era un colegio de gran nivel y a mí me quedaba muy grande. Los padres de mis compañeras, que eran todas niñas, eran hijas de médicos, ingenieros, abogados... Yo me veía allí como que yo no podía explicarle a una amiga que yo venía de una taberna porque no sabían que era eso ni que era una aldea. Entonces fue un contraste enorme, una confusión que yo tenía y que me hacía preguntarme cómo iba a sobrevivir.

Yo no era una alumna 10 tampoco, no por el idioma porque lo aprendí bien, pero yo quería buscar algo en lo que destacar para que las niñas me aceptaran, aunque yo creo que me aceptaban bien, el problema era mío.

Entonces empecé a destacar en el deporte, era buena y todas me querían en su equipo, esto me hacía sentir bien, pero claro ellas iban a conciertos y a sitios donde yo no podía ir. O tenían cosas como un piano que yo no podía tener. Ellas por ejemplo iban a un concierto de Roberto Carlos, que se llevaba en la época, y yo decía si claro yo también voy con mis tíos. O iba a sus casas, porque ellas a la mía si que no venían, y cómo tenían un piano pues yo decía que también lo tenía en casa. Entonces me inventé o me creé una burbuja en el colegio para seguir el ritmo de todos, ser una más.

¿Sobre qué escribías? ¿Guardas algunos de esos escritos?

Vivía en mi casa la realidad de una familia normal y con ellos otra realidad ficticia que iba escribiendo. De colegio a casa había un vacío temporal en el que empezaba a escri- bir. En el colegio siempre escribía sobre esa realidad que me creaba, siempre era yo la protagonista con una habitación grande y un montón de cosas, mientras que en mi casa escribía sobre mi sueño de ir a España y conocer a gente importan- te. Sí, guardo algún que otro relato de aquella época.

Siendo adolescente volviste a Galicia. Cursaste la secundaria en Vilagarcía de Arousa y luego continuaste por la rama científica. ¿Por qué no optaste por formarte en Letras si te gustaba tanto escribir?

Bueno a mí me gustaba escribir pero yo nunca pensé en editar ni en escri- bir libros. Yo escribía mucho, antes curiosamente escribía mucha poesía y luego también cuentos y relatos pequeños pero nunca tuve la idea de decir pues voy a dedicarme a esto. Como me gustó la carrera que hice pues seguí por ese camino hasta que me pude centrar en la escritura.

Ahora si estás centrada más en la escritura. De hecho, publicaste tu primera novela en el año 2012 titulada “Ramo de laurel”. Se trata de una obra que te sirvió para desahogarte y está muy relacionada con tu infancia y la falta de apego paternal. ¿Cómo definirías este libro?

Pues sí, aunque yo tampoco soy la protagonista de la obra. Es una historia real pero está muy novelada, aunque no es totalmente real porque no tenía todos los datos y tuve que tirar de imaginación. Pero bueno sí, yo creo que le pasa a todos los que escribimos que lógicamente va algo nuestro en cada obra y a veces nadie se entera.

Esta es la historia de la hija de un inmigrante que se llama Jimena. Una niña que guarda mucha relación conmigo y que me sirvió para desquitarme de muchas cosas. Como por ejemplo el apego paternal. A mí nunca me faltó, lo tuve de mis abuelos y mis tías pero al no conocer a mis padres de niña pues realmente tampoco pude echarlos de menos.

Esta obra me dio pie a sacar muchas cosas de dentro tal y como las pienso, que igual yo las veo así pero no lo son. Yo gestiono mis sentimientos así, igual no es la manera correcta, pero fue lo que yo sentí y me gusta ser sincera.

Tienes también un libro de historia de autoría compartida titulada “Tremoedo da historia”, una obra que saca a la luz las raíces de tu aldea. ¿Que te llevó a formar parte de este libro siendo tú principalmente novelista?

Conocí a un historiador que se empeñó en que tenía que escribir sobre mi aldea porque yo quería conocer mis raíces. Entonces empe- zamos a mirar sobre el tema pero a mí me parecía muy difícil escribir sobre una aldea tan pequeña, pero la realidad es que había una cantidad de información enorme. Ahí fuimos a San Martín Pinario, a la Diputación de Pontevedra y a un montón de sitios donde conseguimos un mogollón de información y me di cuenta que cada lugar, por pequeño que sea, tiene su historia. Pero también me di cuenta que la escritura histórica no es lo mío. Porque la historia es lo que es, tienes que ceñirte a los hechos, no puedes cambiar nada.

En cambio, en la novela vas escribiendo y si te lías o quieres dar un cambio brusco tiras por otro lado y ya está.

Pero la verdad es que el libro tuvo mucha aceptación. Empezamos dos escribiéndolo pero al final acabamos siendo cuatro porque la verdad fue muy trabajado. El libro lo hicimos sin ningún medio casi, no contamos con ayudas, creo que tampoco apostaron con nosotros no sé por qué, pero tampoco fuimos a la puerta de nadie, fue un libro completamente casero.

Al final teníamos el libro y no sabía- mos cómo sacarlo. Al final un vecino nos lo subvencionó, nos prestó el dinero para poder editarlo pero fue todo muy casero. No tuvimos ni corregidor. Y la experiencia fue genial, la verdad que tiene mucho valor porque lo creamos en mi casa, pero no creo que vaya a haber otro porque la verdad fue muy complicado. No ganamos nada, incluso perdimos dinero porque ya solo los viajes que hicimos para recoger documentación fueron muchos. Después si le empezaron a dar algo de valor porque el libro tuvo muy buena recepción, hay muchas personas que lo tienen y yo creo que es un libro importante para que los que vienen detrás conozcan sus raíces.

Tu última novela, “Camelias rojas en la nieve”, que ya cuenta con una segunda edición precisamente cuenta la historia de amor de un joven al que conociste en un viaje. ¿Qué nos podemos esperar de este libro?

Fue una casualidad la verdad. Yo realmente tenía en mente otra cosa, nunca sale el proyecto que yo tengoen la cabeza porque me surgen otras cosas por medio, pero bueno. Este libro es completamente diferente al primero, en este caso conocí al protagonista, a ella no y de esto que te empiezan a hablar y lo piensas bueno es una historia curiosa pero ya está. Pero luego me llamó la atención el tiempo que llevaban juntos, la llama de la pasión que tenía. Yo no lo conocía como para ponerme a preguntarle oye y cómo acabó esto o que pasó con esto otro, pero él me fue contando y yo me fui sorprendiendo, incluso pensaba ¿pero esto que me está contando será verdad?

Y al final investigué y efectivamente, sí que era verdad, aunque lógicamente no escribí todo porque el libro empieza en 1981 y finaliza en el 2015, entonces claro es mucho tiempo para una historia. No quiero destripar el libro, no quiero decir nada pero a mi me sorprendió mucho y me quedé madre mía que pasada y quise escribir la historia. Me documenté bien, empecé a trabajar con él de la mano y el libro empezó a tener vida.

Te consideras una ciudadana del mundo. Ahora estas en una etapa de la vida donde has optado por viajar, conocer otras culturas y vivir expe- riencias nuevas que te ayudan a coger inspiración. ¿Cómo no has realizado una guía o un libro de viaje?.

La verdad es que me lo propusieron. De hecho, el primer libro “Ramo de laurel” muchos me lo etiquetaron como libro de viajes y yo no, no. No es eso. Yo sin querer coloqué a los protagonistas en países que yo había visitado y al dar detalles en el libro sobre esos sitios tan específicos la gente me decía pero tú estuviste allí porque si no no podrías escribir esto.

Los protagonistas recorrieron zonas que yo había conocido y con las que que yo tenía recursos para hacer descripciones. Entonces ahí fue donde me recree muy relajada porque sabía lo que estaba escribiendo. Lo de los viajes me lo han dicho muchas veces pero ahora no me apetece no sé, no lo descarto también porque es atractivo pero tampoco lo confirmo.

¿Tienes algún proyecto en mente ahora mismo?

Sí, ahora mismo estoy con dos cosas en mente pero yo soy muy vaga para escribir. O lo hago todo del tirón o me lo tomo con mucha calma y relajado. Estamos en un triste momento en el que no se puede viajar a ningún sitio, así que tengo tiempo a escribir y mi intención es aprovecharlo. Pero ya te digo me cuesta mucho empezar pero ahí voy.

La editorial me encargó dos proyectos de los cuáles se va a publicar uno y va a ser una especie de libreto. Pero bueno yo quiero hacer algo comple- tamente diferente. Así como el primero no se parece al segundo quiero que este sea totalmente distinto.


Anunciantes en el número actual la revista eSmás:


Scroll to Top