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Entrevista a David Seijo, actor de la serie "El Barco"

Roi Palmás Cores | revista eSmás Vilagarcía Nº 2

En mi trabajo debes ser exigente y constante
Entrevista a David Seijo, actor de la serie



David Seijo es uno de esos gallegos afincados en Madrid que siempre tiene presente su tierra y mira al futuro con una mezcla de ilusión y responsabilidad.
Cree en el poder de adaptación de cada uno, confía en poder ir cambiando cosas desde su camaleónica profesión y es multidisciplinar hasta donde le marcan los retos.
Arousano de pro, ya ha probado las mieles de ser profeta en su tierra al ser el pregonero en la Festa da Auga, una de sus pasiones. El calendario aprieta y dice que siempre está a una llamada de distancia, así que, con la maleta siempre a medio hacer disfruta de lo de aquí y de lo de allá en busca de una felicidad con la que parece haber ligado su vida. Así sigue alimentando su sueño artístico.

Llevas ya unos días en Vilagarcía de descanso… aclimatado?
Sí, además vengo de pasar unos días en las Islas Cíes.


Y es la mejor playa del mundo como dicen?
Sí, aunque yo he visto alguna también increíble en Latinoamérica: en Guatemala, en Cuba.. Quiero volver antes de que acabe el verano.


Qué es lo que más echas de menos cuando estás en Madrid?
El mar, sin duda. He nacido con mar y espero morir con mar. Siempre digo que quiero jubilarme en una isla… Cuando de pequeño tenía algún problema me iba al puerto, lo echo mucho de menos. Me tranquiliza y creo que es terapéutico.


Qué es lo que más ha cambiado desde que has estado la última vez por aquí? La gente?
No, quizás el tiempo. El tiempo influye mucho en el carácter de la gente y en salir a la calle. Creo que a las personas les ilusiona para hacer cosas. La última vez vine con lluvia y no había nadie por las calles.


Qué es lo primero que has hecho al llegar aquí?
Preguntar por mi sobrina. La echo mucho de menos. Crece muy rápido. Le dije un te quiero y le di un achuchón…


Qué recuerdos tienes de tu infancia vilagarciana?
Pues yo viví en Doctor Tourón. Donde hoy está el centro comercial yo recuerdo juncos. Llegaba con heridas a casa, tengo marcadas las rodillas de cicatrices, así que se puede decir que tuve una buena infancia. Mi padre me ha tenido que ir a buscar muchas veces…

Y mantienes después de tantos años la relación con tus amigos de siempre?
Sí, siempre le he dado mucha importancia a mantener las conexiones con la gente, lo que pasa es que cuando cambias de profesión, te tienes que adaptar. Yo siempre quise luchar para que mi gente entendiese lo que yo vivía en mi trabajo, pero cuando pasó el tiempo entendí que el secreto es saber adaptarse. Contar algunas novedades pero sin necesidad de tener que romperle mucho la cabeza con historias de fuera… Es importante tener a mi grupo aquí. Es una forma de respirar y carburar lo que vivo en Madrid…


Y como buen gallego y arousano, eres de mariscadas?
Sí. De hecho, siempre que podemos hacemos tabla de mariscos. Eso también se echa mucho de menos allá… la gastronomía…


Prefieres una buena zarzuela en un gran teatro o una buena zarzuela de mariscos en un gran restaurante?
Jajaja… pues cada vez me gusta más lo tranquilo. Si puedo disfrutar de estar con buenos amigos delante de una mariscada a la luz del día, o ante una puesta de sol… eso me llena… a veces me siento más caribeño incluso que gallego en todo lo relacionado con la playa, los chiringuitos, el mar… me sirve de terapia, y con una buena caña… ya no digo más…


Siempre se ha dicho que en Madrid se tiran las mejores cañas de España… es cierta esa fama?
No, no lo creo. En Galicia se tiran mejor y tienen mucho mejor carácter los camareros de aquí, eso seguro.


Cuál sería entonces tu debilidad culinaria?
El arroz… con lo que sea… no sólo con bogavante.


En tu currículum destaca haber sido el pregonero de la Festa da Auga… cómo lo valoras?
Pues he de reconocer que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, de verdad. Creo que no salió como a mí me hubiese gustado porque realmente no se escuchaba nada, y es una pena. Sabía la responsabilidad que tenía y me lo preparé, dormí bien esa noche y me lo tomé muy en serio. El mejor momento es el de estar subido a la grúa y ver a todo el mundo con el santo… lo llevo viviendo desde muy pequeño y es tremendo. Es una experiencia, el corazón se movía.. mucho. Me pareció una responsabilidad muy grande. Me emocioné mucho escribiéndolo. 


A qué concierto te encantaría asistir y todavía no has podido ir?
Al de los Rolling Stones, sin duda. Me hubiese gustado también ir a uno de Michael Jackson, pero ya es imposible… son de estas cosas que hay que vivirlas… Me gustaría ver a las grandes glorias antes de morir.


Qué escuchas cuando vas sólo en coche?
Me gusta poner a Jack Johnson. Ahora estoy escuchando a Rodrigues y también me gusta mucho M-Clan, siempre me han gustado. Después, dependiendo de a dónde vaya pongo pachangueo, cuando voy con amigos, aunque prefiero Pop-Rock, salvo que vaya a Formentera, por ejemplo, porque allí sólo escuchaba Chill-out… me gusta adaptarme al sitio y a la gente


Cómo es esa afición a M-Clan?
Una vez me presenté a un concurso de talentos versionando sus canciones aquí en A Xunqueira, pero fue horrible. Avisé a mis amigos y a mi familia, pero he de reconocer que no me clasifiqué… (risas) sólo le pedía que subieran el volumen…

Alguna manía confesable…
Lidiar con la paciencia. No tengo muchas manías, aunque sí que es cierto que soy un poco rutinario. Me gusta hacerme mi desayuno, comer y dormir mi siesta, hacerme un cine a las 8… pero no llevo bien lo de hacer un casting y que pasen los días y no te digan nada… porque le doy muchas vueltas a las cosas.


Se puede decir que eres muy exigente contigo mismo?
Bastante, sobre todo en ciertas cosas. En otras me gustaría ser un poco más, pero en lo importante sí.


En Twitter tienes más de 12.000b followers..
Bueno eso sí, pero lo cierto es que de todo el reparto de “El Barco”, he sido el último tenerlo. Era bastante reacio. El Facebook sí pero porque ya lo tenía desde antes. Me da un poco de miedo cómo tratar el tema de las redes sociales y tu vida privada. A la hora de trabajar reconozco que es una herramienta muy potente y está muy bien, pero tampoco soy de los que va retransmitiendo mi vida en tweets. La línea es un poco delicada.


Hablemos entonces de la serie “El Barco”, que ha sido un éxito rotundo. Os lo esperabais realmente?
Con esta serie han pasado muchas cosas. Ha sido un boom aunque nadie se lo esperaba así. El proyecto era ambicioso pero se han superado las expectativas. Hubo una especie de revolución social adolescente y después nos pedían hacer videoencuentros con los fans, tuitear los capítulos, interactuar… hay días que vienes de trabajar 12 horas y cuando estás exhausto tienes que participar enseñando las instalaciones o acudiendo a eventos… es complejo…

Qué se siente al tener club de fans?
Es raro, muy raro. En Madrid hay muchos eventos sociales, muchos actos y ahí ya ves la repercusión. A mí me hizo muchísima ilusión, la verdad. A veces no sabes a dónde te va a llevar. Tengo suerte de que en mi familia siempre me han puesto los pies en el suelo, pero hay una parte de disfrute y otra de tener “mucho sentidiño”… con la humildad por delante… Hay fans que se pasan 8 horas a la puerta del estudio de grabación, en pleno invierno, para que te saques una foto con ellos… y eso hay que tenerlo en cuenta, qué menos!

Cómo se gestiona el tema de la fama y los paparazzis?
Es complicado, realmente muy complicado. Me han perseguido por Madrid. Es raro y realmente nunca crees que vaya a llegar hasta ahí, pero se hace raro ver a un fotógrafo entre los coches o en la playa detrás de una duna. Hasta que te pasa no te lo crees… nos ha pasado de estar cenando varios miembros del equipo de la serie y ver a 2 motos con fotógrafos esperando… yo no lo llevaba muy bien, la verdad, porque asusta. Nadie te prepara para esto…


El Barco se emite en una veintena de países, así que el éxito traspasa fronteras realmente…
Sí, a mí me han parado cubanos en La Latina, en Madrid, que me han dicho que todas las semanas la familia al completo se sienta delante de la tele a verla y que gracias por la serie. Y por Twitter te mandan mensajes desde Chile o desde Rusia, con traductores electrónicos… Es impresionante.


Cómo se prepara un personaje como el de Ramiro en “El Barco” con cojera?
Pues fue un proceso que mucha gente no sabe. A mí me dijeron que el personaje tenía una minusvalía en la pierna derecha y yo quise trabajarlo con un médico. Me explicó los diferentes tipos de cojera y elegimos la que más se adaptaba. Es muy interesante pero es un reto enorme para haber sido mi primera serie larga. Fueron dos años y medio cojeando para todo: al cambiarme de ropa, al levantarme de la cama o incluso jugando al baloncesto… le daba muchas vueltas en casa...

Y la gente te llama Ramiro por la calle?
Sí, me llaman Ramiro y me llaman “el cojo”… la gente bromea mucho, me dicen que tenga cuidado con la pierna y hasta que cojee por la calle… incluso me han dicho que no me fíe de Gamboa, que no es buena gente… aunque Juan Pablo Shuk es una maravilla…


Ha sido un rodaje duro, dentro de un barco?
Sí, fue en Valencia y en alta mar. Agobia y luego hay hechos físicos, porque vomitas. Hay muchos mareos. Nos daban biodramia para que no nos mareásemos pero la gente se quedaba como drogada. Hubo días que tuvimos que parar el rodaje para que los actores durmiesen unas horas y poder seguir. Yo no las tomé pero vi las reacciones en los compañeros.


Es cierto que no os dan todos los guiones por adelantado?
Sí, nos daban guión y medio o dos guiones al mes, entonces nosotros no sabíamos qué iba a ocurrir en los siguientes episodios. Los actores teníamos que ir lidiando con lo que teníamos y eso siempre es una dificultad añadida porque no los puedes ir preparando. A otros actores les encanta. De hecho, a medida que íbamos grabando, me enteré de que mi personaje era ingeniero en telecomunicaciones y al final supe que había sacado un cinco raspado…


A quién destacarías como profesional de la gente con la que has trabajado?
A Iván Massagué, el que hacía de “Burbuja”. Es de mis mejores amigos en Madrid y un tío superhumilde. No para de viajar. Es muy hippie, un vividor humilde. Y profesionalmente tenía un personaje tremendamente complicado. Empezó teniendo un par de frases por capítulo y dijo que su personaje “no era tonto, había tenido una burbuja en el cerebro y veremos hasta dónde llega”. Fue creando a su personaje y los guionistas lo acabaron poniendo como el creador de todo el caos del barco.


Es esa es la mejor parte de la profesión?
Puede ser. Creo que lo fácil es ver qué tienes que hacer y ejecutarlo. Lo interesante es ir perfilando tu trabajo. Tenemos una responsabilidad. Para mí es vital el respeto, la humildad y el querer cambiar las cosas. La idea del cambio… hay que ir cambiando cosas. No hay que quejarse tanto y tomar más decisiones. Es el momento de hacer pasos pequeños, aceptando los miedos de cada uno. Y qué se puede hacer para cambiar? Pues montar una pequeña compañía de teatro. Y si nos cierran los teatros? pues lo sacamos a la calle…


A ti también te parece definitivo el golpe a la cultura que se ha dado recientemente?
Sí, pero no sólo a nivel teatro ni en la profesión, sino a nivel general. Si nos quitan la Educación y Cultura, que es lo básico…


Eres de los que piensa que hay gente o grupos que no lo quieren arreglar?
Sin duda. Es que les compensa. A la mayoría le gustaría cambiarlo pero hay muchos a los que no les interesa que cambie… no interesa que la gente sepa más cosas y proteste en las calles.



Recomendarías un par de películas que te hayan gustado?
Son un poco duras, pero elijo “Anticristo” y “Mar Adentro”, que me une muchísimo con Galicia. Lloré mucho y me encantó… me gustan también las películas de DOGMA, cámara en mano, tipo Lars von Trier y que sean historias realistas. También he visto “El Señor de los Anillos”, pero me quedo más con las películas que puedo trabajar yo los personajes.

Y tienes pensado hacer algo de teatro?
Ya he hecho varias obras como por ejemplo Romeo y Julieta y Bodas de Sangre. A partir de septiembre tengo previsto junto con mis compañeros del estudio Juan Carlos Corazza, desarrollar la obra de teatro Terror y Miseria en el Tercer Reich de Bertolt Brecht. Es un proyecto con grandes actores y sobre todo muy humano en el que estamos poniendo mucha ilusión.

De tu próxima película "Afterparty" qué se puede contar?
Pues que tiene muy buena pinta. Yo sólo tuve escenas al principio de la película, con el protagonista. Soy el enlace a la fiesta donde se inicia todo. Quise crear un antihéroe, el feo, el que no liga, el que no triunfa, en contraposición a él, que es todo lo contrario. A nivel fotografía y montaje es muy buena.

Como reto de futuro, con quién te gustaría rodar?
Me gustará rodar algún día con Javier Bardem. Es un poco tópico pero es muy real. Además él está muy vinculado a la Escuela de Juan Carlos Corazza, donde yo estudié en Madrid. Recuerdo cuando ganó el Óscar mandó una carta y fue precioso. Trabaja mucho los personajes y hace coach. Y con Luis Tosar también. Se tienen que dar las circunstancias pero creo que se puede lograr, espero que todo vaya bien y poder ir cumpliendo mis objetivos, se que es difícil pero con esfuerzo espero lograrlo. Me quedan todavía muchas cosas por delante. Estoy empezando.
 

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