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Entrevista a Juan Galiñanes, cineasta premiado en los Mestre Mateo

Andrea Abal | Revista eSmás edición O Salnes Nº 6

El cineasta cambadés es un realizador, guionista y montador que triunfa dentro y fuera de las fronteras gallegas
Entrevista a Juan Galiñanes, cineasta premiado en los Mestre Mateo

Hay ocasiones en las que no se puede decir que alguien es ‘profeta en su tierra’. Pero hoy os presentamJuan Galiñanes es un polifacético cineastaos un caso en el que no solo lo es, sino que está muy orgulloso de ello. Hablamos de Juan Galiñanes, realizador, guionista y montador cambadés que triunfa dentro y fuera de las fronteras gallegas y que tiene mucho que contar sobre su historia, sus proyectos y la situación del panorama audiovisual actual. 

 

Como es bastante habitual en un cambadés, eres hijo y nieto de marineros pero decidiste tomar otro camino. ¿Siempre supiste que te querías dedicar al sector audiovisual? 

Siempre me gustó mucho el cine, pero pasé por un momento en el que no tenía muy claro si quería estudiar periodismo, publicidad… Sí sabía que me gustaría que tuviese que ver con escribir, con las artes plásticas… Pero no tenía muy claro que tuviese que ser una decisión. 

Realmente, antes de dedicarme a esto, estudié Económicas y nadie entendía porqué estaba estudiando eso. Siempre fui de muy buenas notas y decidí que Económicas era una buena salida. Me fue bien el primer año, mal el segundo y el tercero decidí dejarlo. Mis padres me dijeron que me pagarían los cinco años de carrera. Al tercero perdido dije: ‘Tengo que aprovechar estos dos que me quedan’. Y me fui a la Escola de Imaxe e Son e hice realización. Fue lo mejor que pude haber hecho en mi vida. 

 

Imagino que no sería un camino fácil de recorrer para llegar a donde estás ahora mismo. Háblanos de tu etapa en la Escola de Imaxe e Son de A Coruña. ¿Tenías claro en qué género o sobre qué temáticas querías trabajar?

La Escuela de Imaxe e Son fue una experiencia, en todos los sentidos. Conocí un nuevo medio y un nuevo modo de contar historias. Tenía claro que me gustaba escribir. Lo que no sabía era que lo que más me gustaba era contar historias con imágenes. Aprendí mucho en esos años y cuando hice mi primer corto es cuando supe que, realmente, no me quería dedicar a otra cosa. Hice ese corto en el que había contado una historia y, cuando se proyectó… ¡La gente se emocionó y se rió en los momentos en los que yo quería que se emocionasen y riesen! Fue algo revelador. Fue un corto ‘de escuela’ pero que había estado nominado a los Mestre Mateo. Mi primer encuentro con los premios… Fue una etapa crucial. 

Juan Galiñanes: “Cuando hice mi primer corto fue cuando supe que no me quería dedicar a otra cosa”

 

Juan Galiñanes en los premios Mestre Mateo     Juan Galiñanes ganador de Mestre Mateo

 

Tu primer Mestre Mateo llegó luego con el montaje de una cinta de animación, Sueño de una noche de San Juan. A ese Mestre Mateo le siguieron muchos galardones más a nivel también nacional. ¿Qué significan los premios para un profesional del audiovisual?

Los premios son un soplo de aire fresco, aliento y ganas de seguir haciendo tu trabajo. Son reconocimientos de la gente del sector, otras veces de crítica… Y todos ellos son un poco de aliento para convencerte de que esa es la manera de hacer las cosas. Pero no son más que eso. Los premios no dan trabajo, no dan dinero y mucho menos hoy en día con el cambio del panorama del audiovisual. 

 

Luego llegaron las dos nominaciones a los Premios Goya, ambas en la categoría de mejor cortometraje de animación. En 2008 con El bufón y la infanta y en 2015 por Holy Night!. No conseguiste volver con las estatuillas para casa pero entiendo que ambas nominaciones significaron mucho para ti y tu trabajo. Cuéntanos.

Con El bufón y la infanta me sentí como en mi primera nominación a los Mestre Mateo. Fue algo inesperado. Es verdad que no había muchos cortos de animación y era fácil realmente que estuviese entre los nominados. Pero no me lo planteé hasta que se acercaron los Goya y pensé: ‘Pues es posible’. Y cuando eso ocurrió, la nominación del corto, fue maravilloso. 

En cuanto a Holy Night! tuve otra sensación diferente porque era más ‘de justicia’. Siempre supe que la película iba a estar nominada a los Goya. No tenía duda. Y sin embargo fue algo que se resistió muchísimo más por las calamidades que pasó esa película con todo el cierre de la empresa, los problemas que hubo para estrenarla, problemas para finalizar la película, etc. Así que esa nominación fue más como una recompensa al trabajo de todos mis compañeros. Sirvió para decir: ‘La hemos estrenado, ahí la tenéis en los Goya, va a estar en cines (aunque finalmente no estuvo)’… Pero al fin estaba terminada y comenzaba a tener su recorrido. Fue el broche a una etapa maravillosa pero muy dura. 

 

Junto a Olga Osorio pusisteis en marcha la productora Miss Movies en el año 2013. ¿Fue un sueño cumplido? 

No, en realidad. Fue más bien por la necesidad de ponerle un nombre a las producciones propias, tanto a las mías como a las de Olga. Con esta productora realizamos primero un corto (3-1=0), un videoclip (Garden’s Road de Escuchando Elefantes)… Luego fuimos añadiendo más proyectos. 

 

Juan Galiñanes pregonero de la fiesta do albariñoY en 2015, la alcaldesa de tu pueblo natal, Fátima Abal, contactó contigo para decirte que les gustaría que fueses el pregonero de, nada más y nada menos, que la Festa do Albariño. Para un realizador, guionista y montador como tú, ¿fue una tarea fácil de preparar? 

 

Fue terrible (bromea). Creo que ha sido el guion más complicado de todos los que he tenido que escribir. Fue muy divertido y bonito. Como cambadés, hijo de cambadeses de pura cepa, de familia humilde… Para ellos, de repente, tener allí a su hijo pregonero… La verdad es que lo viví como algo muy bonito pero evidentemente con la presión de que era el pregón y, además, el primero que daba alguien de Cambados… Entonces sentí esa voz de: ‘Tienes que hacerlo bien’. 

Estuve muchos días pensando en cómo enfocarlo, qué decir, el tono… Nada de esto es ajeno. Son herramientas que manejo en mi trabajo pero es tu público, la gente de Cambados. La acogida no pudo ser mejor. Fue una experiencia súper bonita. No se puede repetir porque solo se puede ser pregonero una vez, pero fue una experiencia irrepetible. 

 

En el 2017, el Concello de Cambados presentó su candidatura para convertirse en Ciudad Europea del Vino 2017 y fuiste el encargado de proyectar la mejor imagen de Cambados y sus vinos albariños en un anuncio titulado Cambados, feito á man. ¿Qué significó para ti poder realizar este proyecto y que Cambados consiguiese su objetivo?

Antes del pregón ya había trabajado con el Concello. Había hecho unos vídeos, O viño que sabe a festa, que fue como una especie de pregón previo. Contar en imágenes cómo yo vivía la fiesta. Habíamos tenido muy buena relación creativa con el Concello y me dieron libertad. Fueron piezas muy divertidas. 

En el segundo caso era para intentar conseguir una candidatura a la Ciudad Europea del Vino. Eso también fue una apuesta arriesgada. Lo normal habría sido hacer un anuncio del pueblo estilo corporativo, en el que mostrásemos el pueblo y lo bonito que es. Cuando empezamos hablar de esto les dije: ‘Realmente Cambados es bonito y nadie más que yo lo sabe. Pero también los otros candidatos son lugares bonitos. Tenemos que hacer algo que se desmarque del resto de las candidaturas’. Tenía clara una propuesta que hablé con el concejal de Enoturismo de Cambados, con José Ramón Abal. Teníamos claro que queríamos hacer algo con la gente del pueblo, con sentir las manos y, a partir de este concepto, ‘las manos’, dijimos: ‘Pues hagámoslo solo con manos’. Visto el resultado quedó bien, funcionó y conseguimos la candidatura. Fue un vídeo que yo recuerdo con mucho cariño por la entrega absoluta que hay cuando hacemos algo en Cambados, ya sea mío, del Concello o cualquier otra cosa. 

 

Eres de los pocos que puede decirse que eres profeta en tu tierra. ¿Te ilusiona especialmente? 

Por ahora, absolutamente, lo puedo decir. Por el trato de todos mis vecinos, amigos, vecinos de mis padres, etc. Si digo lo contrario sería un auténtico hipócrita y desagradecido. Tengo una relación con mi pueblo maravillosa, a todos los niveles. Me siento muy orgulloso de esto y que siga así por muchos años más. 

 

Actualmente trabajas como freelance y colaboras, entre otros proyectos, con la productora gallega Vaca Films. 

Hace años que estoy buscando un proyecto para trabajar con ellos y dirigirlo. Es como una carrera de fondo que padecemos todos los que nos dedicamos a esto. Con ellos va fructificando aunque estamos en ese proceso de búsqueda de la peli. Tengo el interés de la productora y el mío de hacer algo con ellos. 

El primer guion que les llevé (hace unos años) es el que acaban de rodar en mi zona (Quien a hierro mata) y que quería dirigir pero desde el principio se planteó que lo dirigiría otra persona. Lo hizo Paco Plaza. Creo que va a ser un peliculón, según lo que me ha llegado. Le he preguntado a Paco y está muy contento. La productora también. Y ojalá sea así. Con ellos he montado otra peli Feedback con Pedro Corredoira. Tengo una relación con ellos como guionista, director y montador. 

El resto estoy como freelance. En breve vuelvo a dirigir Serramoura en Voz Audiovisual. Voy trabajando con quien me llama. Por otro lado también tengo producción propia, con publicidad o cortos. Todo proyecto que hago en publicidad sí es cierto que trato de buscar la manera de que me motive hacerlo.

 

Juan Galiñanes dirige Serramoura  Juan Galiñanes en una gala Mestre Mateo

 

Háblanos un poco más (lo que puedas) del largometraje Quien a hierro mata. Es tu primer guion para un largo de ficción, ¿cómo se gestó la idea de este guion?

Es muy complicado responder a esto. De hecho, en la presentación de la peli casi recibo un codazo de la productora porque estaba contando demasiado. Es una peli con varios giros potentes y con un final muy potente. Entonces tengo miedo de decir cosas que no debo (risas). 

Es una historia de un enfermero y una residencia de ancianos. Es una historia de venganzas variadas y de la relación que une (que se descubre a lo largo de la película) a este enfermero con un narcotraficante conocido de la zona. No es sobre narcotráfico. Es una de las temáticas, pero sí está presente porque es algo que yo de pequeño viví de cerca por el momento. No me fue ajeno y era un buen marco para contar una historia. 

 

Entrevista a Juan Galiñanes en la revista eSmás¿Qué opinas de que el tema del narcotráfico en Galicia esté tan de moda tanto en series como en largometrajes?

A mí me parece absolutamente normal que salgan historias de ahí. Apetece contar cosas y salen tramas por todas partes. Lejos de ver un problema en ‘Solo se conoce al pueblo por este tema’. Es cierto que no apetece que se vincule el nombre de un pueblo con el narcotráfico, pero el tema de Fariña, que ponga Cambados y las Rías Baixas en el mapa, aunque sea por el narcotráfico, es bueno. 

Es una discusión que tenemos siempre en el cine y el audiovisual, cuando la gente se queja por cortar calles, poner todo patas arriba… El cine trae mucha pasta. No solamente por la gente que luego conoce este sitio, donde se hizo una serie y vengan a dar dinero porque ha salido en la tele. Llevarte un rodaje a un pueblo da dinero. Realmente el cine trae dinero y el hecho de que se conozca a un pueblo, dando igual la razón por la que sea, puede ser por un asesino conocido… Si viene un andaluz y dice: ‘Cambados, el pueblo de Fariña’. ¡Es turismo! No van a venir y ver narcotráfico. Van a encontrarse un sitio maravilloso del que se van a llevar una gratísima sensación. Se lo contarán a sus amigos y sus amigos también vendrán. El impacto es solamente positivo. Es normal que se cuenten historias y si eso sirve para traer aquí trabajo en audiovisual, turistas y gente que quiera ver nuestro entorno, insisto, solamente es bueno. 

 

Me gustaría preguntarte acerca de la situación actual del audiovisual en Galicia. ¿Crees que se puede vivir dignamente en Galicia de este sector?

Digamos que se puede malvivir dignamente. A ver, yo creo que sí que se puede vivir dignamente, pero cuesta mucho. Es cierto que en la periferia se notan más las crisis. Si en Madrid o Barcelona se ha notado la crisis, imagínate aquí. Han cerrado muchas productoras y la mayoría de las pequeñas se han ido al garete. Es complicado. En las épocas buenas se puede vivir bien pero en las malas es sumamente difícil. Los últimos años es verdad que han sido especialmente malos. 

Además ocurre una cosa y es que realmente somos un sector muy nuevo. Parece que estamos hablando de ‘los padres del audiovisual gallego’. No sé, estamos hablando de gente que no está lejos ni de morirse. Son gente, compañeros que están trabajando conmigo. Somos un sector muy nuevo pero es cierto que cuando vienen de fuera y se encuentran con lo que hay aquí, al tener una tele propia, tener muchas productoras… De repente se llevan una sorpresa al ver que tenemos muchísimos profesionales capaces de hacer un trabajo exactamente igual al de cualquier persona de fuera. Cuando una productora de fuera viene de aquí y tira de recursos humanos gallegos se da cuenta del potencial que hay. A nivel creativo de dirección, narrativo… 

Y también se están haciendo cosas muy interesantes en todos los niveles, tanto en el cine más comercial, más experimental o más festivalero. Creo que estamos en un momento en el que sí está apareciendo gente muy interesante a nivel profesional. Gente muy preparada con muchas ganas de hacer cosas. No veo mal el panorama a ese nivel. Queda que venga gente aquí y que quiera traer sus productos y gente de aquí que quiera exportar productos. Lo más importante es que todo el audiovisual que se haga aquí se haga con una mira más allá de la boina, que nuestros productos no solo se hacen para Galicia. Los de España tampoco se hacen para España. La aparición de Internet ha revolucionado la manera de los negocios y en el audiovisual también, por eso hoy hay que verlo todo de una manera mucho más global. 

Juan Galiñanes, cineasta reconocido en toda España

 


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