Patricio Serqueira es un reconocido podólogo especialista en la cirugía del pie. El doctor es natural de Argentina, pero lleva afincado en Vilagarcía desde 1999. Pero más allá de la labor profesional que desarrolla en la localidad arousana y en su clínica en Padrón, el médico destaca por su gran labor humanitaria. El especialista forma parte de la ONG Healing the Children una organización que cada año viaja con un equipo de especialistas a El Salvador para solucionar los problemas podológicos de más de medio centenar de niños.

Eres natural de Argentina, te licenciaste en Oporto, te especializaste en Madrid y Nueva York e hiciste la residencia en Arizona. ¿Cómo es que te asentaste en Vilagarcía y Padrón?

Si, primero con 18 años mis padres se vinieron acá y bueno somos cinco hermanos y cada uno decidió que quería hacer y yo me vine. Después me puse de novio con una chica que es mi mujer ahora mismo y llevo 28 años con ella, 30 ya aquí en Galicia entonces bueno desde que llegué estuve muy vinculado a Vilagarcía.

Desde el año 2008 formas parte de la ONG Healing the Children, a través de la cual operas a niños con problemas podológicos en la República del Salvador. ¿En qué consiste este proyecto?

Esta organización ya lleva más de 25 años funcionando en toda Latinoamérica y a raíz de las residencias en Estados Unidos yo hice amistad con el Doctor Chiquinelli que fue quien nos invitó a formar parte de esta ONG. Y desde el año 2010 estuvimos cada año viajando al Salvador, ahora ya se centró en este país porque han conseguido unas condiciones mejores en el hospital militar de San Salvador y bueno pues ya funciona solo. Ahora con este tema del coronavirus es verdad que no viajamos, pero estaba funcionando perfectamente.

¿Cuánto tiempo pasas en el país latinoamericano? ¿A cuántos niños podéis operar en cada viaje?

Es poquito. Son 10 días. Entre viajes y días de trabajo es una semana. El primer día es un impacto porque es llegar y encontrarte con 150-200 niños esperando a ser elegidos porque no podemos operar a todos y a partir del seguro día comienzan las operaciones y eso ya es una jornada intensiva. En cada viaje aproximadamente entre 50 y 60 pero somos un equipo grande. Somos entre 28 y 30 personas entre cirujanos, anestesistas y auxiliares.

"Es increible lo agradecida que es la gente"

¿Cómo elegís a los niños que operáis?

Es el tema delicado porque tienen prioridad los niños que ya han sido operados el año anterior o el viaje anterior de un pie. Habitualmente se hace la operación en dos partes. Primero se opera un pie y luego el otro, salvo que se requiera hacer una operación bilateral. Ya es por una cuestión de movilidad más que nada. Entonces en función también de probabilidad de éxito se escoge. Hay muchos niños con problemas cerebrales que no tienen movilidad. Sus papás te lo traen en silla y tienen sus pies equinovaros pero ese niño no va a poder caminar nunca, entonces no tiene sentido someterlo a una operación y ponerle los pies derechos, que es la ilusión de sus padres para poder calzarlo porque ese niño no va a mejorar su calidad de vida. Que nosotros no somos los que tomamos esas decisiones, ni los españoles ni los americanos que vamos nos encargamos de eso. Los españoles sí actuamos algo de intermediarios por el idioma pero no tomamos esa decisión.

¿Qué es lo que más te gusta de operar a niños? Supongo que por una parte será más duro pero verlos sufrir, pero la gratificación también será enorme.

Es hermoso. Es increíble lo agradecida que es la gente, lo feliz que es la gente sin nada y te abre mucho la cabeza en cuanto a la manera que tenemos nosotros de vivir aquí, de consumismo, de materialismo y ellos con casi nada nos dan mil vueltas en cuanto a valores.

"1 de cada 1000 niños en el mundo nacen con esta patología"

¿Por qué el proyecto se desarrolla en El Salvador? ¿Hay muchos niños con problemas de pies en este país?

Esta misión empieza en el año 1995 creo o 1994 con el Doctor Chiniquelli y dos compañeros más americanos. Empezaron en Venezuela a través de un contacto que tenían porque bueno realmente hay mucha patología y no es que exista más en centroamérica, es una cuestión de la atención primaria que no es como la que afortunadamente tenemos nosotros aquí. Aquí un niño antes de nacer se sabe se conoce cualquier patología que pueda tener y se trata. Allí el niño nace con la patología y crece con ella entonces llegamos y nos encontramos con bebé que podemos hacer tratamientos conservadores y otras veces ya son niños de 13 o 14 años que no pueden hacer una vida normal y sufren problemas de marginación porque no pueden mantener relaciones independientes. Entonces corregir esa patología es devolverlo un poco a la sociedad.

En mi consulta en más de 20 años solo he visto tres casos de pie equinovaros porque no me llegan. Aquí la seguridad social ya los trata.

¿Qué es el pie equinovaro?

Bueno es una rotación del pie dentro de la misma gestación. Tiene un factor genético, 1 de cada 1.000 niños en el mundo nacen con esta patología y lo importante es el diagnóstico precoz para ser tratado. Y otra causa puede ser una falta de espacio dentro de vientre. Esta gente trabaja en el campo la gran mayoría y está hasta el último día trabajando entonces el feto no tiene ese espacio y suele ser una de las causas de esta deformidad. Pero es un problema común que aquí por lo general no se soluciona con cirugía, ese problema de rotación un problema que se puede corregir con varias semanas de escayolas y calzado especial. No siempre conlleva una operación.

En todos estos años ha habido algún caso que haya sido especial, que te haya llamado mucho la atención.

Si cada año hay alguno especial, siempre hay. La última vez que fui recuerdo una niña de 15 años a la que evalué yo con el equipo en la fase de diagnóstico inicial. Casualmente la escogieron y la niña lloraba de la emoción porque iba a ir quirófano que es una cosa que bueno. Aquí a un niño le dices que tiene que operarse y llora de la rabia. Y hubo otros niños, Danielita con la que aún mantengo contacto por Facetime y otro niño Carlos, la verdad es que cada año hay uno especial.

¿Entonces sigues manteniendo relación con muchos de esos niños?

Si, si con muchos de ellos nos mandamos mensajes porque yo ahora hace ya unos años que no voy porque empezamos a rotar. Llegó un momento en el que éramos tantos los que queríamos participar que empezamos a turnarnos.

Este año comentabas que a raíz del coronavirus tuvisteis que paralizar el viaje.

Sí, este año se suspendió todo. De todas formas a mi no me tocaba ir pero bueno el año que viene se verá y esperamos que se pueda.

Además de tu actividad humanitaria, tu carrera profesional te ha hecho viajar por distintos países del mundo. En Argentina formas parte del cuerpo médico del histórico club de fútbol argentino, Gimnasia y Esgrima de La Plata. ¿Cómo te surgió esta oportunidad?

Sí, fue una casualidad. En un viaje que hice con la familia me encontré con un amigo de la infancia que es un traumatólogo de este equipo médico y me ofreció trabajar con ellos. Tuve un recibiendo genial y cada tres cuatro meses estaba viajando a Argentina a tratar el tema puramente de pie. No hay mucha lesión de pie entonces es un trabajo más de mantenimiento y control de vigilar el calzado y ese tema. Ahora lo mismo, con este tema no se puede viajar pero seguimos trabajando a distancia.

¿Fue tu pasado como jugador del baloncesto el que te ha hecho interesarte por la podología en el deporte profesional?

No soy muy de podología deportiva tampoco. Realmente tengo compañeros que se especializaron más en este ámbito, estudiando la mecánica del pie, yo me especialicé en cirugía.

¿Qué consejos nos das a los vilagarcianos para que cuidemos nuestros pies?

Es sencillo. Primero tratar bien al pie y para eso es esencial adaptar el calzado al pie y no al revés. No es casualidad que los pacientes sean mujeres porque el calzado femenino suele ser más estrecho y dar un poquito más de problemas. Entonces una vez que tengamos eso en cuenta posiblemente no tengamos tantos problemas, después hay problemas que existen y el consejo es acudir al podólogo no hacer tratamientos caseros que luego pueden ser más complicados para nosotros y poco más. El tema del diagnóstico precoz es importantísimo, cuando hay molestia hay que acudir al profesional.