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Entrevista a Sara Gómez, capitana del Cortegada

Fátima Frieiro | Revista eSmás Vilagarcía Nº 23

La jugadora del Cortegada es uno de los buque insignia del deporte local y una orgullosa defensora de los colores de un equipo que ilusionó a sus aficionados temporada tras temporada.
Entrevista a Sara Gómez, capitana del Cortegada

Hablar de Sara Gómez es hablar de deporte y de vilagarcianismo en estado puro. La jugadora del Cortegada es uno de los buque insignia del deporte local y una orgullosa defensora de los colores de un equipo que ilusionó a sus aficionados temporada tras temporada. Reconoce que el baloncesto femenino en Vilagarcía vivió tiempos mejores y que todavía cabe la posibilidad de “reilusionar” a aquellos que han dejado de animarlas en Fontecarmoa. Cuando estuvo fuera por motivos profesionales siempre tenía la cabeza en casa y apunta que, aunque se lo ofreciesen, no ve su futuro lejos de Vilagarcía. Sara Gómez jugadora del extrugasa

Hay muy pocas personas que no conozcan en Vilagarcía quién es Sara Gómez, pero quizá no tantas sepan cual ha sido tu comienzo en el mundo del baloncesto. ¿Cuándo empezaste a practicar este deporte?

Pues empecé en el colegio. Todas mis amigas se apuntaron a baloncesto y la verdad es que a mí al principio no me gustaba mucho. Digamos que yo era mucho más futbolera. Me gustaba el fútbol y era a lo que jugaba. Como mis amigas se apuntaron a baloncesto pues al final yo también me anoté. Tenía 11 años y al final, pues me encantó. Y ahí sigo.

Esos fueron los inicios más de niña... ¿Cómo da Sara Gómez el salto a la cancha profesional?

Pues las cosas fueron saliendo poco a poco. La verdad es que nunca pensé que podría estar en el primer equipo. Yo veía a las mayores y ni me lo imaginaba. Empecé de pequeña y poco a poco empecé a ver que iba subiendo. De repente, con 16 años, me dicen que puedo entrar en el primer equipo. Fue realmente sin quererlo, fue surgiendo todo.

¿Cómo te sentiste al llegar al primer equipo tan joven?

Pues me costó. Yo era una niña muy tímida y en el equipo todas eran de fuera, extranjeras. Pues me intimidaba todo un poco. Digamos que el baloncesto me ayudó a perder un poco de esa timidez porque me obligó a conocer a gente nueva y a relacionarme con gente de otros sitios. Las compañeras me ayudaron un montón, me tenían súper mimada porque era la pequeña de la casa.

El baloncesto es uno de los deportes rey en Vilagarcía y tiene un cuño claramente femenino con el Cortegada. ¿Cómo os sentís de acogidas en el equipo cada vez que jugáis en casa?

Pues hubo muchas etapas y yo viví un poquito de todo. Viví etapas buenísimas donde el pabellón se llenaba, cuando jugábamos competicion europea y donde la ciudad estaba volcada totalmente con el club. Es verdad que luego llegó la crisis y todo afecta y la cosa bajó un poco. También bajó la afluencia de gente al pabellón. Yo siempre me siento súper bien aquí porque ves que a la gente le gusta el baloncesto y te apoya.
 

“Creo que hay que seguir trabajando para recuperar la ilusión que se respiraba años atrás en Fontecarmoa”



      Primer campeonato de Sara Gómez       Extrugasa Sara Gómez

 
Hablas de épocas gloriosas en el club, cuando todavía era el Extrugasa por ejemplo y estaba muy arriba. El Cortegada ya vive épocas menos buenas y en la calle se palpa eso. ¿Qué crees que hay que hacer para que la ciudad vuelva a vibrar con el baloncesto local?

Yo creo que nunca hay que dejar de ilusionar a la gente, pero bien es cierto que al final lo económico también influye. Cuanta más gente buena tengas en el equipo, de mayor calidad pues al final vas a ganar más. Y a la gente eso le atrae. Lo bueno ahora es que tenemos mucha gente de casa. Estamos en una categoría menor y eso, a la vez, ayuda a que haya más gente de la cantera. Y es que también es cierto que a Vilagarcía también le gusta que la gente de casa juegue y que llegue al primer equipo.

Sara Gómez en el CeltaEn el equipo hay cantera, pero también jugadoras de fuera. ¿Cómo se conectan e integran con las de aquí?

No hay ningún problema. Intentamos ayudarlas en todo lo posible y para que se sientan a gusto. Se suelen integrar muy bien.

No hay duda de que eres el buque insignia del Cortegada a día de hoy, pero es cierto que estuviste jugando fuera. ¿Cómo recuerdas la etapa lejos de Vilagarcía?

Fue una experiencia muy buena. Tuve la suerte de estar en equipos y clubs donde me trataron siempre súper bien. Me marché de aquí al Celta, que fue mi segunda casa y donde estuve tres años. Sigo conservando muchos amigos y con ellos sigo en contacto. Estuve muy a gusto y me hicieron sentir como si fuese casi de allí. Luego me fui a Pamplona donde estuve un año. Siempre fueron equipos donde me trataron súper bien. Fue un salto más el salir fuera de Galicia y, aunque a nivel personal fue un año un poco más duro, pero estuve súper a gusto. Después de allí me fui al Cadi ICG Software y fue un año muy bueno. Me costó un poco porque ya estaba más lejos y las conexiones para venir a casa eran difíciles. Yo es que soy muy de casa. De hecho al final volví a Vilagarcía porque quería estar cerca de los míos. 

Entonces, si te ofrecieran de nuevo la posibilidad de jugar fuera... ¿Te irías o te planteas ya tu futuro en Vilagarcía?

Yo desde hace un par de años tengo claro que no quiero salir de aquí. Lo que me queda en el baloncesto quiero que sea aquí.

Las diferencias en los deportes entre los equipos masculinos y los femeninos continúan siendo una realidad. Supongo que también en el baloncesto...

Supongo que en el baloncesto ocurre lo mismo que en el resto de los deportes. Lo femenino parece que siempre vamos un paso por detrás. No obstante yo creo que se están haciendo las cosas bien, que la gente está luchando para que sean igualitarios. Eso sí, queda todavía mucho por avanzar.

Me imagino que a nivel de salarios la cosa también será diferente. ¿Se puede vivir jugando al baloncesto femenino?

A ver, se puede vivir y, de hecho, hay mucha gente que vive de esto. Mucha. Es cierto que tienes que tener un nivel y que en tiempos pasados se ganaba mucho más. Todavía no lo podemos comparar con los salarios del baloncesto masculino, pero son sueldos normales. Yo veo a mi familia, con trabajos de ocho horas y los sueldos que tienen... se puede vivir de esto y bien, pero nada que ver con la élite. Digamos que ahora mismo depende de la persona y también de la jugadora. Muchas pues también optan por conjugarlo con otra cosa.

El tiempo de juego es limitado. ¿Ya has pensado en el futuro cuando no puedas dedicarte a esto?

La verdad es que da un poco de respeto pensar en el futuro que, además, cada vez está más cerca. Yo sigo formándome. Ahora estoy haciendo un ciclo superior de Educación Infantil, ya que siempre me gustaron los niños. De hecho en el futuro me gustaría trabajar con ellos. También doy clases de pilates y es un gremio que también me gusta mucho. Me veo pues, un poco así, siguiendo en mis clases y trabajando en una guardería.

No está el baloncesto como primera opción...

No. Aunque es a lo que me he dedicado siempre y no me gustaría desvincularme del todo. Primero tengo en mente otras cosas. Hoy en día, por ejemplo, ser entrenadora de niños no es algo fácil.

Eres deportista y vilagarciana... ¿Cómo ves el apoyo que se le da al deporte en la ciudad? ¿Es suficiente lo que en él se invierte?

Hablo del baloncesto. En Vilagarcía hay un montón de afición por este deporte. Todos los niños juegan al baloncesto y hay un montón de gente inscrita. Yo creo que la promoción se está haciendo bien porque hay gente que juega y eso es importante, pero se podría hacer más. Yo creo que un sitio como Vilagarcía, donde hay tantos aficionados, debería al menos contar con un pabellón decente. Nosotros estamos en Fontecarmoa, pero os días que llueve no se puede entrenar. La pista resbala y es imposible. Los festivos, muchos de ellos en los que nosotras necesitamos entrenar, el pabellón está cerrado. Hay detallitos que sí se podrían mejorar y así ayudar a que esto siguiese creciendo.

Sara Gomez con la Seleccion Española de Baloncesto      Selección Española de Baloncesto Femenino sub-21 en Moscu

¿Entre esas cosas está volver a ilusionar para llenar el pabellón?

A ver, hay gente que trabaja mucho. En la directiva están todo el día buscando patrocinadores y moviéndose. Ahora la cosa está más apagada, es cierto, pero creo que hay que seguir luchando para tener esa ilusión.
 

Toda deportista tiene en mente momentos o partidos que la han marcado. ¿Cuáles son los tuyos?

Yo siempre hablo de dos. Uno fue con el Cortegada cuando jugamos la fase de ascenso en Rivas. Tenía 19 años, con un equipo de casa y pudiendo ascender a Primera. Encima juegas, asciendes y te dan el premio a mejor jugadora. Tengo muchísimos recuerdos bonitos de esa fase de ascenso.

Después, ya a nivel Selección, tengo mi primer europeo cuando ganamos la medalla de plata en Bratislava. Fue con la Selección sub 18. Estar allí, jugando por tu país, en el pódium... para recordar siempre. Tengo muchos recuerdos, pero me quedo con esos dos.

Me imagino que en momentos tan intensos se entiende al resto del equipo como una familia...

Sí, al final montas tu propia familia. En un equipo de baloncesto somos 12, muy pocas, y la gente del club te hace sentir siempre como en casa para que estés a gusto

Desde tu perspectiva... ¿Hay cantera en Vilagarcía para que el Cortegada vuelva a ser fuerte?

Sí, hay muchas niñas que están por detrás y que creo que lo están haciendo muy bien. Se está trabajando bien con la cantera y va haber niñas que llegarán seguro al primer equipo. Seguro que darán que hablar.

 


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