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Entrevista a Tato Vázquez, coordinador de urgencias de O Salnés

Daniela De Amorín Rivera | revista eSmás Vilagarcía Nº29 Verano 2020

El doctor es también presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES) en Galicia.
Entrevista a Tato Vázquez, coordinador de urgencias de O Salnés

El mayor valuarte del sistema sanitario son sus profesionales y la crisis del coronavirus ha sido un claro ejemplo de ello. Es una reivindicación del doctor Tato Vázquez a la que nos sumamos toda la ciudadanía, orgullosa y agradecida de la inmensa labor que realizan cada día los sanitarios de nuestro país. 

Hospital de O SalnésEl coordinador del servicio de urgencias del Hospital de O Salnés y presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES) en Galicia ha sido uno de los rostros más visibles de la lucha contra el virus en nuestra comunidad. Uno de esos valientes situados en primera línea de batalla ahora y durante los peores momentos de la pandemia, cuando en el hospital de nuestra ciudad llegaron a concentrarse casi una treintena de casos de Covid-19. El Dr. Tato Vázquez es una voz más que experta para valorar la dimensión de la crisis, la gestión política, el devenir de la pandemia y todas aquellas cuestiones que preocupan enormemente a los vilagarcianos. 

Quería empezar con una pregunta algo más personal. Cuéntanos un poco cómo llegaste a ostentar estos cargos de tanta responsabilidad y por qué te centraste en el ámbito de las emergencias. ¿Fue vocacional? 

Pues como todos empecé haciendo Medicina. En España lamentablemente no está regulada una especialidad de Urgencias y Emergencias, empecé haciendo otra especialidad pero desde el minuto 0 me gustó este ámbito y ya orienté mi propia especializada. También hice un máster y un doctorado con mención a los servicio de urgencias y emergencias que es lo que me apasiona y me mantiene vivo. 

A pesar de todo el estrés que conlleva…

Si, quizás sea una especialidad muy particular porque tiene esa parte de estrés, pero también tiene esa parte de encanto, la inmediatez de ver cómo resuelves las cosas de manera determinante, situaciones de sí o no. Ver a una persona que se está ahogando con una disnea y ver cómo con las prácticas adecuadas ese paciente acaba saliendo adelante es muy satisfactorio. 

Centrándonos ahora en el coronavirus. ¿Cómo vivisteis los servicios de urgencias el principio de la crisis? Especialmente ante la falta de Epis y el temor que supongo esa desprotección os ocasionaba. 

Los primeros días fueron difíciles porque veíamos con bastante temor ya desde que empezó en Italia. Tenemos buenos compañeros y colega allí en Italia y la situación ya metía respeto. Cuando llegó a Madrid ya por supuesto los contactos eran más directos. Muchos de los médicos y jefes de servicios de Madrid han trabajado en servicios de urgencias gallegos. En concreto el coordinador del Infanta Leonor, que es uno de los hospitales que más sufrió esto, fue adjunto de este hospital. Entonces la situación ya metía mucho respeto. 

Aquí cuando la situación comenzó faltaron Epis inicialmente, pero lo que hicimos fue hacer una cuestión de lógica. En vez de hacer un uso excesivo de ellos intentamos sacar el máximo rendimiento y aprovecharlos para no quedarnos sin nada. Lo que hicimos fue un control de todo lo que se le daba cada equipo y nos fuimos defendiendo haciendo las cosas aceptablemente bien. Yo creo que en Galicia se hizo una cosa bien que fue dividir desde el principio el Servicio de Urgencias y Emergencias en dos. Uno para los pacientes con síntomas de covid-19 y otro para el resto, así evitamos en gran medida el contagio entre profesionales. 

"En el hospital de O Salnés llegamos a tener más de 27 pacientes ingresados, 2 en la unidad de críticos y luego hay hubo varios casos que fueron trasladados a la UCI de Pontevedra". 

 

Los servicios de urgencias estáis en primera línea de batalla. Sois el primer filtro y por tanto uno de los colectivos más expuestos. Sin embargo, fuisteis los grandes olvidados de la crisis, tal y como reivindicó en una entrevista concedida para Antena 3. ¿Por qué esta falta de reconocimiento? ¿Por quéno se ha reconocido todavía la especialidad de urgencias?

Pues es uno de estos grandes enigmas de este país y otros muchos países. ¿Por qué no está regulado en España? Es una cosa difícil de entender porque se dan toda las circunstancias. En Europa existe en todos los países de la unión, en España existe en el ámbito militar una formación específica en medicina de urgencias y emergencias. Es más, en España en el Congreso y en el Senado se aprobaron sendas proposiciones instando al Gobierno a reconocer la especialidad, pero no ha llegado.

Supongo que como todo, que habrá que esperar un poco, pero la paciencia se agota porque la única manera de garantizar este servicio es que yo pueda formar a los que van a venir detrás o no se va a poder ofrecer unos servicios de calidad para el futuro. Como sociedad científica ya lo hemos intentando digamos por las buenas de manera continua y ahora tenemos una demanda presentada en la Audiencia Nacional ante el Ministerio por este tema. 

Personal sanitario hospital de O Salnés

¿Cómo fue realmente la evolución epidemiológica enelárea sanitaria de Pontevedra y O Salnés? Tuvimos suerte con respecto a otras zonas de España, pero también tuvimos unos cuantos casos que alertaron a la población.

Datos exactos no tengo pero te puedo decir que el pico máximo se alcanzó en la primera semana de abril. Empezó a mediados de marzo y fue subiendo de manera exponencial. Después del pico empezó a haber un descenso de casos de manera progresiva. Básicamente porque estos pacientes no se curan de un día para otro. Los que necesitaba hospitalización tardaban habitualmente entre 10 y 14 días en tener el alta y algunos bastantes más. 

En el hospital de O Salnés llegamos a tener más de 27 pacientes ingresados, 2 en la unidad de críticos y luego hay hubo varios casos que fueron trasladados a la UCI de Pontevedra. Luego lo que si tuvimos mucho, el 70% de los pacientes, fue bajo atención domiciliaria, casos clínicos no muy severos que pudimos tratar con seguimiento desde casa. Y esto fue algo que pasó en muchos hospitales gallegos y fue lo que ayudó a que la sensación de congestión de los hospitales no fuese como la de Madrid. 

¿En algún momento llegasteis a temer el colapso sanitario?

Yo llegué a temer cuando vi las imágenes de Madrid. Pero nosotros tuvimos esa semana que nos permitió ajustar en la comisión gallega una serie de medidas fundamentales. La primera fue suspender la actividad quirúrgica y de consultas externas, por lo cual todas las zonas de hospitalización de los hospitales se convirtieron en zonas habilitadas para atender pacientes con coronavirus. Si es verdad que en algunos hospitales de Galicia en A Coruña y Santiago si llegaron a rozar esa capacidad máxima de pacientes, seguro que visteis que se planteó el hospital de campaña en Santiago, pero al final no fue necesario. Pero estaba ya previsto en el plan y yo creo que eso nos ayudó en gran medida. 

¿Qué supuso el cambio en la gestión sanitaria con el mando único?¿Cómo os llegaban esas directrices desde el Ministerio de Sanidad?

Cambios a efectos prácticos para nosotros en relación a nuestra comunicación con los directivos del Sergas no hubo un cambio sustancial. Salvo, con esto no sé si voy a ser irónico o crítico, la curiosidad de echarse las culpas unos a los otros. Nos falta Epis, aquí dicen que es culpa del Ministerio, le dices al Ministerio y te dicen que es responsabilidad de las comunidades. Lo que no tiene ningún sentido es que una crisis sanitaria haya enfrentamientos políticos. Quizás sea lo único que tomamos. 

Luego a nivel de altas esferas lo que se comenta es que en las cuestiones de gastos que tenían las distintas comunidades autónoma, en el caso de Galicia el Sergas, al centralizarse se ralentizó el proceso de adquisición de material. Y es una incongruencia porque cuando más rápido necesitas el material, más lento fue. Pero bueno. Yo creo que para que las cosas fueran aceptables, ni bien ni mal, fue en los foros internos de los profesionales, que nos comunicábamos medidas que estábamos aplicando. 

Hospital de O Salnés, servicio de urgencias

Las personas mayores de las residencias fueron uno de los colectivos más vulnerables y mucho se ha hablado en algunas comunidades del criterio a la hora de trasladar a personas desde estos centros de mayores hasta el hospital. ¿Esto realmente es posible? 

Esto es complicado de entender, pero te lo digo claramente. Esto se hace ya de antes de la pandemia. Cuando un paciente tiene una situación basal cuyo ingreso hospitalario puede condicionar aún más su situación de base pues a veces se opta por la atención desde su lugar de residencia. En Galicia esto se ve con la atención domiciliaria y los cuidados paliativos etc. Si una persona tiene más riesgo de coger alguna infección en el hospital o como suele pasar en la mayoría de los casos, que presentan un deterioro cognitivo o un cuadro de agitación al ser ingresados pues se opta por la atención in situ. Eso no quiere decir que si alguien presenta un cuadro agudo no se le vaya a atender. Y esto es algo que ya se hacía antes de la pandemia.

Ahora, con respecto a las normas de no reanimación yo te puedo decir que nosotros nunca hemos recibido ninguna, pero si es una situación que se puede dar cuando la demanda es más de lo que tienes. Nosotros no vivimos ese caso teníamos material para atender a todos. 

¿Cómo vivisteis el proceso de desescalada con las continuas fases y las medidas que se fueron tomando en cada algunas de ellas?

Vivir lo vivimos razonablemente bien con una cuestión muy llamativa. Durante el confinamiento, el número de urgencias y emergencias en los hospitales gallegos llegó a disminuir entre un 50% y un 70% y con la desescalada empezamos otra vez a subir. Ahora ya estamos en situaciones normales con respecto a antes de la pandemia. Pero bueno el proceso de desescalada en sí fue positivo ir viendo como el número de pacientes y de ingresados en UCI iban disminuyendo cada día y se iba recuperando un poco la actividad normal en el hospital.

Quizás haya una puntita de desánimo en el sentido de que quizás las memoria es muy frágil. Nos estamos olvidando excesivamente rápido de que no hay ninguna vacuna ni ningún tratamiento que cure esta enfermedad. La única vacuna somos nosotros con las medidas de protección. Es una percepción que yo creo que todos tenemos, esa relajación que hay en ciertos colectivos. 

¿Qué mensaje le enviarías a la población ante el posible relajamiento que se estáproduciendo desde la entrada en la nueva normalidad?

Les diría que sin responsabilidad individual es imposible construir una responsabilidad colectiva, que es una palabra muy bonita, pero no puede estar vacía. Y es imposible construir una sociedad. Si entre todos no trabajábamos para contener esto da igual que tengamos a los mejores profesionales, o los mejores epis, porque es una enfermedad muy transmisible que va a seguir circulando. Si te sientes con esa superioridad de decir a mi no me va a afectar, esa sensación de inmunidad, pues hay que pensar en la solidaridad, en que llevas ese virus a casa a personas que si son vulnerables. 

Uno de los rebrotes más preocupantes en España en estos momentos es el de A Mariña Lucense. ¿Cómo está evolucionando?

Sí, lo que hay es mucha gente en aislamiento domiciliario. Yo imagínate que fuera un caso confirmado de coronavirus. Como tu estuviste en contacto conmigo te harían el test y te mandarían de aislamiento aunque diese negativa, te tendrías que tomar la temperatura y hacer cuarentena. En caso de que dieses algún síntoma se te volvería a hacer la prueba y si das positivo pasarías a ser caso confirmado y se iniciaría la red de rastreo con las personas que estuvieron contigo desde los 3 días antes de padecer los síntomas. Así es como se detiene el brote. Si tu guardas el confinamiento, tu circulo de personas será muy reducido y guardando las medidas se puede frenar la cadena de transmisión. 

"En nuestra comarca hay un 2% de personas que pasaron la enfermedad, por lo que hay un 98% de población sensible. Estoy seguro que de habrá rebrotes".

 

¿Cuál es el riesgo que entraña la llegada de turistas durante este verano? Nuestra comarca es un referente turístico en España y ya podemos ver las playas repletas de veraneantes nacionales y extranjeros. 

Con respecto a O Salnés dos consideraciones. El riesgo existe en primer lugar por una cuestión de inmunidad, según el estudio en nuestra comarca hay un 2% de personas que pasaron la enfermedad, por lo que hay un 98% de población sensible. La segunda, es una comarca ampliamente visitada con personas que llegan de todo el mundo, porque las fronteras de la Unión Europea están completamente abiertas. Estoy convencido de que habrá rebrotes en todas las zonas, lo que hay es que intentar frenarlos y hacer que no se extienda. 

¿Hay más probabilidad de un rebrote en otoño?

En base a la población susceptible, el rebrote puede producirse en cualquier momento. Pero sí hay una serie de condicionantes que pueden disminuir el riesgo de rebrote en verano. Estamos más en espacios abiertos, las temperaturas altas y la propia radiación ultravioleta si que ayudar a reducir la la transmisibilidad del virus, que ahora mismo está en niveles ínfimos comparado con hace unos meses. No es la situación de marzo. 

En otoño mucho de estos factores se pierden. Y hay uno a mayores que puede complicar las cosas que es la coincidencia con las epidemias estacionales, virus respiratorios, gripes, etc. 

Servicio de urgencias de O Salnés dirigido por Tato Vázquez

¿Hay suficientes respiradores en el Sergas para enfrentar la pandemia?

Sí, ahora en estos momentos sí. Tenemos siempre de manera permanente en el servicio de urgencias dos ventiladores de ventilación mecánica invasiva en la sala de críticos, ahora tenemos dos más y otros dos más que van a llegar. Y luego de ventiladores no invasivos tenemos ahora 7, antes de la pandemia 3. 

¿Qué necesita el Sergas para poder hacer frente a una pandemia de estas dimensiones?

Creo que aquí las cosas se hicieron razonablemente bien. Es verdad que tuvimos suerte y ese tiempo de preparación. Evidentemente, el Sergas tiene muchas cosas que mejorar. Para empezar dotar los servicios sanitarios con grupos estructurados y homogéneos, con puestos estables. Y diría lo mismo para sanidad en general. Lo que sostiene la sanidad pública no son tanto los edificios muy grandes ni los equipamientos, son los profesionales sanitarios que trabajan en ellos. Y esto es una crítica que creo que es justa y necesaria porque no es justificable lo que pasa con algunas contrataciones, especialmente en enfermería y celadores. Contratos de semanas, días, una precariedad laboral que no tiene cabida hoy en día. Podría decir alguna cosa más pero este es el punto esencial. El mayor valuarte de nuestro sistema gallego de salud son los profesionales, vamos a cuidarlos. 

¿Qué podemos aprender de esta pandemia, desde el punto de vista sanitario y el social?

A nivel sanitario que los profesionales sanitarios hay que cuidarlos porque son la base del sistema de salud. Y a nivel global yo diría varias cosas. La primera que a lo mejor los país más occidentales que presumíamos de ser muy desarrollados y tener magníficos sistemas nos ha dado una cura de humildad este pequeño bicho y nos ha puesto en nuestro sitio. A lo mejor también diría que esta tendencia hacia el castigo global al entorno que nos cuida, tendencia a la globalización absoluta como únicos valores el crecimiento económico y demás a lo mejor no es el buen camino. Y aprender a valorar otros aspectos más importantes de la vida como la salud, que no consiste en visitar profesionales sanitarios y hacerse revisiones. Consiste en la solidaridad y en la responsabilidad, en el cuidado de todos. Si aprendiésemos esto de la pandemia me daría con un canto en los dientes. 


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