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Fábrica de conservas Goday

Redacción revista eSmás | revista eSmás O Salnés N 28 Primavera 2024

Las primeras instalaciones datan de 1790 y se corresponden a la etapa en la que todavía se empleaba la salazón.
Fábrica de conservas Goday

En plena Illa de Arousa, cerca del Muelle de Pau, encontramos la antigua fábrica de conservas Goday. El patrimonio industrial suele ocupar las últimas posiciones en el valor que la sociedad da a los distintos tipos de herencia cultural, pero, gracias a estos edificios, podemos explicar un espacio social, económico y cultural que nos ayuda a reconstruir nuestro pasado conjunto. En este caso, las fábricas de conservas son el germen de la industrialización en Galicia.

Por otra parte, el comercio marítimo de la zona, concretamente la exportación de sardina al Levante, especie con la que empieza la salazón, lo encontramos ya a lo largo del siglo XV y comienzos del XVI, momento en el que se frena por la competencia del norte de Europa. De esta forma, en 1738, cuando se prohíbe el negocio con Inglaterra, Galicia comienza a superar la crisis del comercio, por lo que, desde 1750 hasta la invasión francesa de principios del XIX, la costa gallega empieza a retomar su actividad relacionada con la sardina. En este punto es donde tiene origen la fábrica isleña.

Las primeras instalaciones datan de 1790 y se corresponden a la etapa en la que todavía se empleaba la salazón, pero los almacenes construidos en Galicia durante este siglo se ejecutan en madera, por lo que no contamos con ejemplos de la misma. Lo que vemos en la actualidad, sin embargo, es la construcción de la nueva conservera de 1879, que, gracias a los materiales más resistentes en los que se construyó, le permitió llegar hasta nuestros días. Es considerada la primera fábrica moderna de conservas de pescado en Galicia, construyendo su edificio expresamente para desarrollar esa actividad. Pero ¿dónde tiene su origen este subsector industrial y cómo llega hasta aquí?
Del nombre proviene su historia. La familia Goday-Llauguer llega a Galicia a finales del XVIII desde Canet del Mar, al igual que tantos otros burgueses catalanes que se desplazan a la costa gallega para comprar la sardina y prepararla con su método. Crearán la compañía de salazón "Goday e hijos", también con factorías en Vilanova, O Grove o Carril; siendo la tercera generación la que establezca la conservera en la nueva construcción de 1879. Pondrán en práctica la conservación en hoja de lata al "estilo de Nantes", técnica que conocen en Francia, mucho más eficiente y duradera que la salazón, dando el salto a este nuevo método de preservación.

De esta manera, con el avance tecnológico se van formando nuevas compañías locales que comparten características con la innovadora Goday: todas se sitúan en las orillas, se integran en la sociedad gallega y se dedican a explotar los recursos de las rías. Tal es la eclosión industrial que, hacia 1907, ya había más de 100 empresas de este estilo en Galicia y, hasta 1936, será la industria conservera la que lidere la industria regional, impulsando muchas otras vinculadas al mar que derivan de ella.

Actualmente, la nave industrial se recuperó como Centro de Interpretación de las Conservas Gallegas y es visitable. Gracias a estas iniciativas, podemos redescubrir nuestra historia conjunta, la cual se perdería por el desconocimiento. La ventaja de estas arquitecturas industriales es que permanecen en su contexto, por lo que, todavía, se pueden entender con el entorno natural al que van ligadas, en este caso, las rías que permitieron su desarrollo.

 

 

 

 


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