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Historia de Carril

Lucía D. Bóveda | revista eSmás Vilagarcía Nº 35 Invierno 2021

Un repaso por la evolución de Carril a lo largo de los últimos siglos
Historia de Carril

Hace algo más de cinco siglos que se fundaba una pequeña villa en la margen izquierda de la desembocadura del río Ulla: Carril. Corría el año 1500, si bien su puerto no se inauguró hasta 12 años después. Según Jerónimo del Hoyo, canónigo cardenal de la Iglesia de Santiago de Compostela, fue fundada por vecinos de Padrón. En 1607 dijo lo siguiente: “Esta villa del Carril se comenzó a fundar habrá poco más de cien años. Fundáronla algunos vecinos de Padrón que venían a pescar junto dó está fundada”. Es del Hoyo quien da también pistas sobre el origen de su nombre, quien asegura que “llamáronla Carril por haberla edificado junto a un carril que hacían los carros de los labradores quando venían a la rivera del mar y a la isla de Nuestra Señora de Cortegada a buscar argaços para estercolar sus tierras”.

Debido a su privilegiada ubicación, al abrigo de los temporales que solían azotar la costa, y con la Isla de Cortegada justo enfrente, el puerto fue ganando cada vez más y más importancia, y sería hacia 1750 cuando se convertiría en uno de los más importantes de Galicia. De hecho, en el año 1814 se autorizó para el embarque y desembarque de los barcos que enlazaban el Viejo Mundo con América. La villa de Carril llegó a tener tal importancia que incluso tuvo hospital, escuela náutica y hasta dos periódicos propios: el Boletín del Comercio, fundado en 1878, y Crónica Carrileña, en 1893.

Carril como municipio

“La Pepa”, la Carta Magna que aprobaron las Cortes de Cádiz en el año 1812, fue el punto de partida para que España comenzara a dividirse en ayuntamientos, una fórmula territorial que no existía hasta ese momento, lo que supuso el fin del Antiguo Régimen. Hasta ese año, la jurisdicción de Carril comprendía la Isla de Cortegada, Carril centro y Carril aforas. Tras la división en ayuntamientos, en los dos siguientes años Bamio también pasó a formar parte del municipio de Carril, que por aquel entonces pertenecía a la provincia de Santiago de Compostela.

Sin embargo, con el ascenso al trono de Fernando VII en julio de 1814, España volvió al absolutismo y los ayuntamientos dejaron de existir. No volverían los términos municipales hasta seis años después, en 1820. En esta ocasión, duraron hasta 1823, cuando volvió el absolutismo, y Santiago de Carril, si bien contaba con los mismos territorios que en 1813, pertenecía en ese momento a la provincia de Vigo, pues la de Santiago de Compostela había dejado de existir.

En 1835 los términos municipales volvieron bajo la regencia de María Cristina. En aquellos momentos, Carril seguía siendo un ayuntamiento independiente que formaba parte de la actual provincia de Pontevedra. Hasta 1913 su extensión siguió siendo Cortegada, Bamio y los dos núcleos actuales de Carril. Fue ese el año en el que pasó a formar parte de Vilagarcía de Arousa.

Fue una decisión sonada y, de hecho, habían pasado poco más de diez años cuando, en 1925, el pueblo de Carril intentó recuperar su independencia política restaurando su estado como ayuntamiento independiente. Algo que no se consiguió, ya que había un gran número de trabas legales.

Durante muchos años, Carril estuvo muy vinculado a Santiago de Compostela y era considerado como el puerto de esta localidad. De hecho, los burgueses de esta ciudad decidieron hacer una aduana de segunda clase en 1801. En 1844 algunas de las casas comerciales más importantes de Compostela se asociaron para comerciar con América del Sur. Para ello, llevaban sus productos a Padrón, desde donde los transportaban por el río Ulla hasta Carril, puerto del que partían a América. A mitad del siglo XIX, Carril contaba con algo más de 2.000 habitantes que vivían en unas 250 casas, repartidas en los citados territorios: la Isla de Cortegada, Bamio, Carril centro y Carril aforas.

Como curiosidad, y muestra de la importancia que este municipio tenía en la época, cabe destacar que el primer tramo ferroviario que se inauguró en Galicia fue el que cubría la ruta que conectaba Cornes con Carril, suceso que tuvo lugar el 15 de septiembre de 1873. De hecho, durante muchos años los Talleres de Renfe fueron la industria por excelencia. The West Galicia Railway Company Limited, concesionaria del ferrocarril de Santiago de Compostela, pese a que tenía el domicilio social y el Consejo de Administración en Londres, mantuvo la gerencia en Vilagarcía y se construyeron los talleres en los terrenos ubicados frente a la estación de Carril, hoy convertida en Museo del Ferrocarril. Destinados a la reparación de material, vieron su cierre definitivo en 1993, pero llegaron a estar entre los mejores de España.

Además, a lo largo de todos estos siglos de desarrollo como villa, en Carril ha habido diferentes actividades económicas y industriales. Hasta la primera mitad del siglo XX los ingresos de los vecinos venían en su mayoría del aprovechamiento de los recursos pesqueros y marisquero. Sin embargo, no sería hasta pasada la Guerra Civil cuando comienza la explotación del marisco a gran escala. Es en ese momento cuando aparecen las primeras bateas, viveros flotantes destinados al cultivo del mejillón. Había en estos años también una gran actividad industrial y comercial, con fábricas de conservas, de mosaico, industrias metalúrgicas, fábricas de madera, de gaseosas, de velas, de redes o incluso de jabones.


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