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Las ánforas romanas de Cortegada

Redacción revista eSmás | revista eSmás Vilagarcía Nº43 Invierno 2023

Este descubrimiento refuerza la idea ya existente de la importancia de la Isla de Cortegada en la época romana.
Las ánforas romanas de Cortegada

Existen referencias de civilización romana. Estos la llamaron “Corticata”, y varias ánforas encontradas en las aguas del entorno de la isla dan testimonio de su paso por este lugar, sin poder asegurar que se asentaran en ella.

Cuando los romanos invadieron España, las islas de nuestras rías eran desconocidas, pero al enterarse más tarde Julio César de su importancia, mandó a Craso que las conquistase, medio siglo antes de la venida de Cristo, llevándose de la Isla de Cortegada y Abanqueiro las famosas ostras y mariscos. De su descripción se ocupa el geógrafo Strabón y Plinio que la designa Corticata....” (Apuntes históricos de Jesús Salgado de la Riva, significando la presencia romana en este archipiélago).

Las aguas de la isla de Cortegada siempre estuvieron cargadas de historia: es sabido que importantes rutas comerciales transitaban la Ría de Arousa, y esta isla servía como zona de desembarco para las actividades comerciales que se llevaban a cabo. El hallazgo de unas ánforas romanas hace décadas por parte de un vecino de Carril, que en 2014 puso a disposición del Parque Nacional de las Illas Atlánticas, acentúa esta idea de la importancia de la isla arousana en la Antigüedad.

Cuando estas ánforas fueron entregadas al Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia, dependientes de la Xunta, fue derivada a la Universidad de Vigo, donde trabajaron investigadores del Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedad y Territorio (GEAAT) para identificar la procedencia exacta de los objetos. De esta manera, concluyeron que eran unas ánforas de tipo Dressel 2-4, uno de los más comunes producidos a lo largo del Mediterráneo desde el siglo I a.C. hasta finales del siglo I d.C.

De estas piezas, únicamente se conserva su parte superior completa de una de ellas, es decir, el cuello y la boca, y gracias a la labor del arqueólogo y miembro de la GEAAT Adolfo Fernández, se pudo identificar que fueron fabricadas en un taller de cerámica en el norte de África, en el actual sur de Túnez y oeste de Libia, y que serían usadas para transportar vino africano, tal y como demuestran los restos de resina que aún conservan hoy en día.

Con estas conclusiones, se convierte en las primeras ánforas de este tipo fabricadas en África y documentadas en territorio gallego, ya que habitualmente se solían encontrar piezas producidas en el golfo de Nápoles y que servían para exportar vino de Campania. El investigador a cargo de este hallazgo, Adolfo Fernández, afirma que lo más complicado es identificar su procedencia, pues al estar hechas de cerámica, su forma acaba siendo modificada al pasar tanto tiempo en las profundidades del océano. Sin embargo, en este caso se pudo identificar de forma clara su origen y tipología, por lo que sería clave para reconocer cuál era la ruta comercial que llegaba a las costas atlánticas gallegas en la época romana.

Este descubrimiento refuerza la idea ya existente de la importancia de la Isla de Cortegada en la época romana, lo que propició numerosas actuaciones arqueológicas, especialmente en el entorno de Punta Frandiño, al noroeste de la isla. El objetivo final de estas es encontrar un posible navío romano hundido en la zona, cuyo cargamento se fue recuperando a lo largo de las décadas por parte de los pescadores, buzos o investigaciones arqueológicas, como las llevadas a cabo por el Museo de Pontevedra y la Comandancia Militar de Marina de Vilagarcía en los años 80, cuyos hallazgos están actualmente en el Museo Provincial.

 

 

 

 


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