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Los Fenicios en Vilagarcía

Redacción revista eSmás | revista eSmás Vilagarcía Nº34 Otoño 2021

Analizamos cómo era nuestro concello en la época en la que los fenicios surcaban los mares y llegaron hasta Galicia.
Los Fenicios en Vilagarcía

 

La historia de Vilagarcía es apasionante, rica en asentamientos de diferentes culturas a lo largo de los siglos. Pero, tal y como nos gusta estructurar los periodos a los amantes de la historia, vamos a analizar cómo era nuestro concello en la época en la que los fenicios surcaban los mares y llegaron hasta Galicia.

En primer lugar, y para hacer una puesta en situación, nos remontamos unos 3.000 años, al momento en el que Fenicia se asentó como una rica sociedad avanzada, tanto por su cultura como por sus conocimientos y economía. Ya llevaba unos 2.000 años de evolución, dado que la ciudad de Biblos fue fundada en el año 5.000 a.C. y, a día de hoy, es la ciudad más antigua que siempre ha estado poblada. Fenicia estaba situada en Oriente Medio, en los territorios de las actuales Israel, Siria, Líbano y Palestina. Ya en el periodo hegemónico de la ciudad de Tiro (siglos XII - VII a.C.) llegó su expansión y, gracias a sus avances técnicos en navegación, pudieron generar rutas marítimas con asentamientos o colonias en todo el sur del Mediterráneo, para facilitar así el intercambio de riquezas con otros pueblos. Fundaron colonias importantes como Cartago, que después le sucedería en hegemonía, o Gadir, que sería su asentamiento más importante en la Península Ibérica y corresponde a la actual Cádiz.

Los fenicios ampliaron sus rutas continuando la costa peninsular hasta llegar a Galicia. Tenemos constancia de que llegaron a las Rías Baixas, al menos, sobre el siglo X a.C., ya que se ha descubierto el templo púnico del castro costero de Punta de Muiño do Vento, en Vigo, lugar en el que se encontró un ara o altar de origen púnico, lo que confirma estas relaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico.

 

 

Ahora pasemos a hablar de la presencia humana en la zona que actualmente ocupa nuestra Vilagarcía. Teniendo en cuenta que los celtas no llegarían a Galicia hasta el siglo VI. a.C. procedentes de Centroeuropa, debemos hablar de la población previa a estos, que eran pueblos indígenas que habitaban la actual Galicia y fueron las primeras manifestaciones culturales del Neolítico en la zona. Este pueblo fue conocido como los Estrimnis o Oestrymnios, llamado así por el historiador romano Rufo Festo Avieno, que vivió en el siglo IV a.C. y basó sus escritos en viajes realizados en el siglo VI a.C. Esta denominación significaba “pueblos del extremo occidente” y su territorio abarcaba la Galicia que conocemos y parte de Portugal, zona posteriormente conocido como Gallaecia.

 

              

 

Ahora, ya puestos en situación podemos hablar de los restos encontrados en los yacimientos cercanos a Vilagarcía. En otros concellos de la comarca de O Salnés, como en el castro de A Lanzada o en el de Monte do Castro, en Ribadumia, se han localizado cerámicas y vidrios fenicios de aquella época, que demuestran el intercambio comercial que había hace más de 2.000 años. En el concello de Oia se ha descubierto el petroglifo conocido como Auga dos Cebros, en el que se puede ver claramente un barco fenicio y que data del siglo X a.C. Corroborando esta teoría, en mayo de este mismo año, dos mariscadores recuperaron un ancla de piedra con más de 3.000 años en cabo Silleiro, las mismas que usaban los fenicios para sus embarcaciones.

Ya en Vilagarcía tenemos dos localizaciones de gran interés para los fenicios: la Isla de Cortegada y el Castro de Alobre. La primera se engloba dentro de las islas Casitérides según muchos historiadores, que servían de refugio y asentamiento estratégico en la búsqueda de materias primas dentro de las rutas comerciales púnicas. En el informe redactado por Don José  Cornide en 1783 al intendente general del reino de Galicia sobre minas, se puede leer lo siguiente:

“Desde la más remota antigüedad fueron conocidas las minas de Galicia por su abundancia, no solo de los más bajos metales, sino de los más preciosos. Los Fenicios, cuyo arribo a nuestras costas se puede reducir al siglo XV (fuente: Mohedano, tom 1º, fol 123) antes de Cristo, comerciaban con los habitantes de las islas Casitérides, cuya situación, por más que se empeñe Candeno y sus secuaces, es difícil removerla de las costas occidentales de Galicia sin oponerse directamente a los textos terminantes de los primeros geógrafos; el tráfico principal que los Fenicios tenían en estas islas era, según nos refiere Estrabón, el del estaño o plomo blanco, que de su nombre griego Casiteron denominó las islas que lo producían o a donde se importaba desde la vecina costa de Galicia.

Si como llevo dicho estaban estas islas contiguas a la expresada costa por su parte occidental, deben suponerse en el seno que con ella forma el cabo de Finisterre, y en esta inteligencia habla Festo Avieno al describir esta marina, y el cabo e islas , a que da nombre de Oestrinnias, y serán los bajos de Corrubedo, las islas de Sálvora, Arosa, Cortegada, Grove, Ons y Cíes o de Bayona, que con otras más pequeñas de la ría de Arosa componen muy bien las diez que señalan Tolomeo y Estrabón.” 

 

 

El otro punto de interés que han demostrado las teorías de estas rutas fenicias en nuestras costas es el Castro de Alobre, donde se han encontrado restos y piezas provenientes de este pueblo, que comerciaba con nuestros antepasados, conocidos como la cultura castrexa y que posteriormente lo hicieron con los romanos. 

Al ver ahora nuestras costas podemos imaginarnos esas naves surcando sus aguas y reflexionar sobre cómo era Vilagarcía hace muchos siglos y la rica historia que poco a poco en la revista eSmás os vamos acercando.

 

 

 


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