Logo de la empresa

Petroglifos dos Ballotes, de Bamio

Alberto Martínez Gago | Revista eSmás Vilagarcía Nº 17

Continuamos nuestro viaje por la arqueología de Arousa
Petroglifos dos Ballotes, de Bamio




C
ontinuamos nuestro viaje por la arqueología de Arousa volviendo de nuevo a la estación rupestre más conocida de Vilagarcía, Los Ballotes y Meadelo. En los últimos meses se realizaron las intervenciones para poner en valor este conjunto de petroglifos. Los trabajos consistieron, en resumidas cuentas, en la limpieza de las rocas, la colocación de unos paneles nuevos y la instalación de una pasarela que nos va a permitir, entre otras cosas, poder realizar un itinerario para contemplar los grabados sin dañarlos. Además, nos indican dónde están situados, ya que (como ya saben) a veces están muy erosionados y si el ángulo de luz no es bueno se hace bastante complicado visualizarlos. Por lo tanto, estamos de enhorabuena, puesto que con esto y con la llegada del verano no vamos a tener ninguna excusa que nos impida acercarnos a visitarlos.

La mejor hora para visualizarlos es cerca del ocaso, cuando la luz rasante del sol potencia su visibilidad, pero también por la noche. Por eso los invitamos a que lo visiten al atardecer, contemplen después la puesta de sol y, finalmente, los visualicen con una linterna, les sorprenderá. Eso sí: ¡no vale la del teléfono móvil!

Pero, ¿qué son los petroglifos? Resumiendo (pues ya en otros artículos hemos hablado de ello en profundidad), los petroglifos son unos grabados que se realizaron en la época del bronce, más o menos hace 4000 años. Los “tataranietos” de los primeros campesinos del Salnés grabaron en las rocas, con unos percutores de cuarzo, toda una serie de dibujos simbólicos, entre los que destacan los denominados geométricos: círculos, espirales, cazoletas, surcos o líneas, y los denominados figurativos: ciervos, caballos, armas o figuras humanas. En Ballotes y Meadelo tenemos ambos ejemplos, destacando en el primero una gran roca con al menos ocho cuadrúpedos, además de círculos y surcos.

Su interpretación es bastante compleja ya que son grabados fuertemente simbólicos. Lo que sí parece claro es que funcionarían como un lenguaje que la sociedad del momento entendería, una sociedad fuertemente jerarquizada donde la caza y la guerra representaban un papel muy importante.

Además de la roca antes comentada, en Ballotes también destaca el gran afloramiento granítico que se encuentra al este (bajando a mano derecha). Aquí volvemos a encontrar toda una serie de grabados, como la representación de cuadrúpedos (ciervos o caballos) en los planos inferiores y más inclinados, y geométricos en los superiores y más horizontales (círculos simples con o sin cazoletas, círculos concéntricos con cazoletas, surcos rectilíneos y curvos...). Cabe destacar una posible escena de monta (en la parte superior del conjunto, cerca de las viviendas) que parece representar a un caballo con una figura antropomórfica sobre él.

Para finalizar, ya que se acerca San Juan, recuerden los que escribía Fermín Bouza Brey: “Así en la denominada “Pedra do Encanto” (Meadelo) en la noche de San Juan, salía una señora con una tienda y en ella había muchos objetos de oro y plata. Cuando pasaba un hombre, la señora le preguntaba: “¿Qué che gusta mais da tenda?” “Gústanme istas tixeiras de ouro”, le respondía el hombre. “Que che corten as alegrías (pulmones) con elas”, decía la señora y desaparecía. Así al hombre le cortaron las “alegrías” y murió. El infeliz debió contestar: “Gústame a tenda e mais a tendeira”. ¡Recuérdenlo y disfruten de nuestro patrimonio!


Anunciantes en el número actual la revista eSmás:


Scroll to Top