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¿Qué son los furanchos?

Redacción revista eSmás | revista eSmás Vilagarcía N45 Verano 2024

¿Qué son los furanchos?

Un furancho es una parte de una casa, normalmente un galpón o un garaje, cuyos dueños producen vino y pertenecen a una cooperativa en el rural gallego. Está habilitada para vender el excedente de vino que hayan producido. Este permiso especial lo concedió la Xunta para que el vino no se estropeara o se tirara. Podían ejercer esta actividad sin tener que pagar impuestos ni dar de alta ese espacio como un negocio de hostelería. También tenían permiso para dar algo de comer, un pincho de tortilla o algo sencillo, con el fin de que ese vino se tomara acompañado de algo que asentara el estómago y no sentara mal.

Con el paso del tiempo, los furanchos se convirtieron en puntos de encuentro social y cultural. La picaresca, o ingenio, de los dueños y visitantes llevó a una evolución natural de la oferta gastronómica. Inicialmente, se ofrecían sencillos pinchos de tortilla de forma gratuita, pero la demanda de los clientes impulsó a los furancheros a ampliar su menú y sus cantidades. Esto aumentó significativamente la popularidad de los furanchos, que comenzaron a ofrecer platos elaborados con productos de la huerta local a precios muy accesibles.

Lo habitual era que cada furancho tuviera tres o cuatro platos típicos como zorza (carne de cerdo adobada), carne richada (carne guisada), tortilla de patata, empanada, chorizo, pimientos de padrón, e incluso cabrito en algunos lugares. Esta oferta culinaria, junto con el ambiente acogedor y auténtico, atrajo a un número creciente de visitantes.

La popularidad de los furanchos no pasó desapercibida para el sector de la hostelería tradicional. Las quejas de los bares y restaurantes de la zona llevaron a una mayor atención por parte de las autoridades, que comenzaron a regularizar la actividad de los furanchos. Este proceso de regularización implicó que los furanchos tuvieran que rendir cuentas a la administración, pagando ciertos impuestos y cumpliendo con normativas de higiene y seguridad más estrictas.

A pesar de esta profesionalización, los furanchos lograron mantener su esencia y espíritu tradicional. Continuaron siendo espacios donde se valoraba la autenticidad, la calidad del producto local y la conexión con la cultura gallega, lo que nosotros llamamos enxebre.

La temporada de furanchos en Galicia suele centrarse entre diciembre y finales de junio, en algunos lugares incluso puede ampliarse hasta finales de julio. Durante este periodo, cada furancho puede abrir durante un máximo de tres meses, según la normativa municipal, que se actualiza anualmente y puede variar entre municipios. Esta temporalidad contribuye a mantener la exclusividad y atractivo de los furanchos, que se convierten en un evento esperado cada año.

Debido a su popularidad, es recomendable reservar mesa para asegurarse un lugar, especialmente en los furanchos más conocidos o durante los fines de semana. Los furanchos no solo ofrecen una experiencia gastronómica, sino también una inmersión en la cultura y tradiciones gallegas, lo que los convierte en una visita habutual para locales y turistas por igual.

En nuestro entorno, las zonas más conocidas por sus furanchos son las de Covas en Meaño, donde la tradición de estos establecimientos está bien arraigada. También hay varios furanchos en Baión y muchos otros desperdigados por las Rías Baixas, una de las áreas más emblemáticas y bellas de Galicia. Estos lugares no solo destacan por la calidad de su vino y comida, sino también por ofrecer un entorno rural encantador que invita a disfrutar de la hospitalidad gallega.

 


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