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Ruta del Padre Sarmiento

Redacción revista eSmás | revista eSmás O Salnés Nº 20 Primavera 2022

Camino de Santiago en la comarca del Salnés
Ruta del Padre Sarmiento

Corría el año 1745 cuando el Padre Sarmiento decidió peregrinar desde Pontevedra a Santiago de Compostela haciendo una ruta que no era la habitual hasta entonces: rodeando todo O Salnés. La llamaba Emilia Pardo Bazán “la comarca más pintoresca que pueda soñarse” y esta ruta que inauguró el Padre Sarmiento el 19 de julio del citado año transcurre entre viñedos, valles y ríos con la mirada puesta en las rías de Pontevedra y Arousa.

 

Conocido como Padre Sarmiento, este religioso natural de Villafranca del Bierzo se llamaba en realidad Pedro Xosé Balboa. Aunque nació en territorio castellano, se traslado a Pontevedra con su familia poco después de nacer. Lo hizo hasta su traslado al Convento de San Martín, en Madrid, en el año 1710, momento en el que decidió tomar el hábito benedictino. Fue en este monasterio en donde estudió artes, filosofía y teología, para dedicar su vida después a dar clases en diversos monasterios de la orden. Durante su tiempo en el templo madrileño fraguó amistad con el Padre Feijoo, monje también con raíces gallegas, concretamente ourensanas. Se convirtió así en su discípulo y juntos combatieron la superstición y la ignorancia recuperando y salvaguardando las tradiciones y la cultura popular.

 

Su tierra adoptiva, Galicia, siempre tuvo un gran espacio en su corazón y realizó varios viajes a lo largo de su vida. El primero fue en 1725, cuando volvió al finalizar sus estudios para visitar a su madre y recorrer diferentes municipios. Fue en 1745 cuando decidió hacer la peregrinación a Santiago para ganar el Jubileo al abandonar Madrid para participar en el Capitulo General de su orden monástica, que tuvo lugar en Valladolid.

 

Son 190 kilómetros que documentó en su libro “Viaje a Galicia” y que comenzó a recorrer en el pontevedrés puente de O Burgo. Si bien la primera etapa transcurre por la capital de la provincia y diferentes municipio de Poio, como Combarro, Chancelas o Raxó, termina en Sanxenxo, y comienza a adentrarse así en la comarca de O Salnés, por donde pasan siete de las etapas de esta ruta que comprenden 173 kilómetros. Por lo tanto, la gran mayoría de este camino que va en dirección a la capital gallega pasa por tierras de O Salnés.

 

Amanece la segunda etapa con la playa de Silgar y su famosa Madama de fondo. Dejando atrás Punta Vicaño, tan solo dos kilómetros son los que hace falta recorrer para llegar a la siguiente localidad, Portonovo. Después, comienza una etapa en la que se camina entre playas, acantilados y naturaleza. En esta parte del recorrido destaca Punta Faxilda, cuyo mirador, además de ofrecer unas visitas inigualables, está rodeado de leyenda. Conocida como la Puerta del Océano, se dice que es el lugar en el que se ubica el paso de la Santa Compaña para desplazarse a las Illas Ons, si bien solo está abierto los días en los que no hay luna.

 

Termina esta segunda etapa con la llegada a O Grove, no sin antes pasar por A Lanzada, donde se puede observar la Ermita de Nuestra Señora de La Lanzada y la marisma que forma parte del Complejo Intermareal Umia-O Grove.

 

La tercera jornada, si bien optativa, es una de las que merece la pena hacer. Son 18 kilómetros en los que se rodea completamente la península de O Grove. Comenzando en la carretera que lleva a San Vicente do Mar, termina en el punto más alto de este concello, el mirador de Monte Siradella. Por el camino, podrás descubrir las playas, la gastronomía y el increíble patrimonio natural de la península. Admirarás la Illa de Sálvora, Adro Vella, los diferentes puertos de O Grove, la batería militar de Puerto Cuaces o la Illa da Toxa.

 

La cuarta etapa lleva al caminante al mismo corazón de O Salnés a través de las tierras de Meaño. Discurre entre viñedos y marismas, descubriendo As Telleiras, es decir, las antiguas fábricas de tejas y llegando, finalmente, a la capital del albariño: Cambados. Declarado Conjunto Histórico Artístico, en este municipio vale la pena descubrir Santo Tomé, un barrio marinero que todavía tiene el encanto del pasado. Sus casas revestidas con conchas o monumentos como el pazo de Montesacro o la Torre de San Sadurniño reciben al visitante con los brazos abiertos.

 

Desde Cambados comienza la quinta etapa, que termina en la Illa de Arousa. Descubrirás en este recorrido lugares como el Molino de mareas de A Seca, que data del siglo XVII y es un de los pocos de mar que se conservan en toda Galicia. La segunda planta del mismo acoge actualmente un espacio museístico. El camino continúa por el litoral hasta la Illa de Arousa, a donde es posible llegar a través del puente que la conecta con la península. Una isla que destaca por sus playas, pero también por sus espacios naturales, como el Parque Natural de Carreirón y las aves que lo habitan.

 

Precisamente en este parque es donde el padre Sarmiento se despide de la Illa para continuar hasta Vilanova de Arousa, lugar de nacimiento de Ramón del Valle-Inclán. Precisamente, en esta localidad hay un conjunto escultórico que recuerda sus personajes más entrañables. Además, es posible visitar la Casa-Museo de Valle-Inclán. Es en este punto en el que la ruta confluye con el Camino Portugués, en su variante espiritual, que continúa para terminar la etapa en Vilagarcía de Arousa.

 

Sin embargo, la capital de la comarca de O Salnés no es el último punto de la zona por el que discurre la Ruta del Padre Sarmiento. Tras pasar por ella queda una última etapa: la que lleva hasta Catoira, en donde observar las ruinas de las Torres del Oeste y, quien sabe, incluso la recreación del Desembarco Vikingo. Acaba o Salnés, pero no termina la ruta. Para llegar hasta Santiago de Compostela y entrar por la Puerta Santa, si es, como este, año Xacobeo, todavía quedan más de 40 kilómetros que te llevarán por lugares como Pontecesures o Padrón.

 

Sin duda, la comarca de O Salnés es clara protagonista del camino que el Padre Sarmiento siguió en su peregrinaje hasta Santiago de Compostela. Sin embargo, esta no fue la última visita del religioso a tierras gallegas. Entre 1754 y 1755 se estableció en Galicia para seguir recopilando topónimos, términos botánicos y palabras y frases gallegas. En esta ocasión, sus pasos le llevaron de nuevo a diferentes lugares de O Salnés, como Vilaxoán o O Grove.


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