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Salazón y Conserva en el Salnés

Victor Viana. | revista eSmás O Salnés Nº15 - Invierno 2020

Los Goday en Vilanova y la Isla de Arousa.
Salazón y Conserva en el Salnés

Hacia mediados del siglo XVIII empezaron a llegar a las costas de Galicia una serie de catalanes atraídos por la extraordinaria cantidad de sardina que se extraía en sus rías. Fue sin duda alguna el movimiento de población interior más grande que hubo en España entre finales de la Edad Moderna y principios de la Contemporánea, cifrándose en aproximadamente 15.000 el número de catalanes que llegaron a Galicia para dedicarse a la salazón de la sardina.

Apellidos como Goday, Curt, Roig, Buhigas, Colomer y otros, empiezan a ser familiares en Vilanova, Vilaxoán, isla de Arousa, el Grove, así como en la margen norte de la ría, aunque entre la intelectualidad de la época hubo bastantes que criticaron con agudeza la llegada de los catalanes. Sirva como ejemplo, Joaquín Díaz de Rábago que comentaría entre otras opiniones, que, “con los más negros colores pintaron clarísimos escritores gallegos a los nuevos tiranos como trastornadores del comercio de Galicia, a cuyos pescadores dejaban en una situación precaria, abusando de su sencillez, empeñándolos en contratos ruinosos, y viciándolos y fomentando su ociosidad al adelantarles en vino y aguardientes el importe del futuro trabajo...”.

Con todo, el establecimiento de las fábricas de salazón aumentaba año tras año, de tal forma, que en 1813, de las 213 fábricas que funcionaban en Galicia, la ría de Arousa tenía 56 factorías, que representaban el 41% de todas las establecidas en Galicia.

 

 

Llega en las primeras oleadas a la ría de Arousa el fomentador Manuel Goday Roura procedente de Canet de Mar, estableciéndose en Vilanova de Arousa, dedicándose a la vez al comercio del aguardiente que traía de Cataluña, controlando el arriendo del aguardiente en Vilanova, O Grove y Cambados. El negocio era pues redondo ya que en dichos municipios la venta de aguardientes y licores estaba totalmente controlado por los Goday.

Como el resto de los fomentadores catalanes, los Goday se negarán a pagar el diezmo al Monasterio de San Martín Pinario iniciándose una serie de juicios que finalmente se extenderá a los fomentadores patrianos, que era como se les llamaba a los nativos de Galicia. También los Goday se unirán con los otros patronos de la salazón para luchar contra el abusivo precio de la sal, tan necesaria para su negocio.

Tras los casamientos de los Goday con miembros de la familia Gual y posteriormente con los Llauger, se irán extendiendo, primero por otras partes de la ría, y posteriormente más al norte. Así, lentamente compran otras fábricas en Vilanova, en O Grove, Rianxo y Muros, formando compañías entre los miembros de la familia tanto de tipo industrial como comercial, hasta el extremo de tener una casa comercial en Barcelona para introducir productos de la ría, tanto con sus barcos como de otras compañías.

 

De ideas liberales, algunos miembros de los Goday fueron concejales e incluso alcalde en Vilanova, destacando Juan Goday Gualque ostentó en 1889 el cargo de vocal provincial en la Diputación pontevedresa.

El periodista de “El Pueblo Gallego”, Juan Manuel González Luengo publicaba en la década de los años cincuenta del pasado siglo en la colección, “Cuadernos de Galicia”, que “diez fábricas de conserva se elevan en la isla de Arosa destacando la firma Goday que ostenta el honor de poseer la primera fábrica de la moderna industria conservera gallega. Diez fábricas que representan anualmente, en cifras, cuatro millones de kilos de pescado en conserva y estos, a su vez, dan también anualmente unos 52 millones de pesetas”.

Manuel Goday, descendiente del fundador de la fábrica de los Goday en la isla decía que desde que el rey de España, Alfonso XII, había visitado la fábrica en 1881, los premios a sus productos aumentaban cada año, destacando los siguientes:

Medalla de Oro en la Exposición Universal de Pesca de 1883, destacando, que dicha medalla de oro, pesaba 60 gramos; siendo igualmente premiados en la Exposición Universal de Amberes de 1885, Internacional de Barcelo- na de 1888, Gran Exposición Internacional de París de 1889, en la de Chicago de 1892, la Regional Gallega de Santiago de 1910, etc.

 

Efectivamente, Juan Goday había puesto en marcha la primera fábrica de conservas de sardina en Galicia tras dilucidarse la duda con Victor Curbera al que también se atribuía este honor. Sí que era cierto que los Curbera habían empezado el negocio de conservas en Chapela antes que los Goday, pero era más bien de tipo artesanal y de ningún modo industrializada, y el catedrático de Histo- ria e Instituciones Económicas, Xoan Carmona Badía así lo reconoce en su libro “El empeño industrial de Galicia”, en donde asegura la fábrica de Goday como la primera conservera de Galicia, inaugurada en 1879, seguida de la factoría de Alonso e Hijos, que lo hace en 1881, y Benigno Barreras que empezará en 1882.

Por su parte, José Antonio Goday publicaría que “en el año 1879 fundó en la isla de Arosa la primera fábrica en Galicia, iniciando los trabajos de conserva a base de sardi- nas en aceite tipo Nantes no como ensayo de unas latas, sino elaborando en cantidad y exportando a Bayona mercancía en su primer año de trabajo y en años sucesivos a Inglaterra y a otros países”.

Igualmente era cierto que la visita del rey a la factoría Goday de la Isla de Arosa fue importante para el desarro- llo comercial de sus productos de conserva, ya que uno de los hechos importantes registrados en dicha fábrica fue la visita que en el año 1881 realizó S. M. Don Alfonso XII, llevándose una impresión grata de su funcionamiento y de la presentación que se hizo de un surtido muestrario de elaboraciones selectas, lo cual dio por resultado la concesión de un Diploma. A la vez, el Almirante Sr. Polo de Bernabé, que acompañaba a S.M. señaló la conveniencia de que un exponente industrial tan destacado no faltase a la Exposición Universal de Pesca en la que finalmente conseguiría la medalla de oro.

 

 

       


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