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Vilagarcía contra la invasión francesa

Victor Viana | Revista eSmás edición Vilagarcía Nº 5

Los patriotas vilagarcianos sabían que los franceses atacarían Vilagarcía, ya que había sido atacado un destacamento francés
Vilagarcía contra la invasión francesa

 

Cuando Napoleón fue vencido reconoció que la invasión de España fue uno de sus grandes errores y ello ayudó a su derrota definitiva.
Esto es efectivamente cierto, pero la invasión de Galicia fue doblemente un error ya que ni la orografía ni las gentes de Galicia actuaban con la estrategia napoleónica . Tal como denotan las cartas de los soldados franceses estacionados en Galicia, la guerra aquí no tenía nada que ver con la guerra convencional. Aquí no había reglas, no había prisioneros, solo venganza, y por ello apenas estuvieron 4 meses en Galicia.
Bajo esta circunstancia hay que entender la llegada de los franceses a Vilagarcía: como acto de represalia por la ayuda inglesa a través de nuestro puerto, así como por la negativa de Vilagarcía al pago de impuestos para los franceses.
Los patriotas vilagarcianos sabían que los franceses atacarían Vilagarcía, ya que entre otras cosas, el 4 de marzo había sido atacado un destacamento francés a su paso por Caldas matando a más de 30 franceses.
Ello hizo que un destacamento de 800 soldados galos decidieran llegar a Vilagarcía. Los puntos claves para detenerlos eran la Siagoga y el Pousadoiro. Este último estaba bien defendido por Brandarís y sus guerrilleros, pero la Siagoga era más débil y fue por allí por donde entraron los franceses.
Una vez forzado este paso, era imposible detenerlos y a su paso por la costa fueron destruyendo e incendiando cuanto de interés se encontraron. Así, a su paso por Catoira causaron numerosas muertes y lo mismo en Bamio y en Carril.
Definitivamente llegan a Vilagarcía el 6 de marzo de 1809 causando la huida de gran parte de la población hacia los montes cercanos, quedando en la villa apenas los enfermos y ancianos.
Los franceses quemaron casas y mataron a los vilagarcianos que supusieron ser sus enemigos, especialmente a los curas rurales que encontraron a lo largo de su camino desde Padrón, ya que sabían que eran la parte de la iglesia gallega que más se enfrentó a los intrusos. Ejemplo de ello fueron los asesinatos de los sacerdotes Pascual Ferrín de Vilagarcía, Benito Lorenzo en Carril o Francisco Antonio Moas Barreiro de Bamio.
La cosa no quedó solo en los curas sino que alcanzó a toda la población: cuanto menos 20 paisanos de Bamio, otros 12 en Carril, y por los menos 15 en Vilagarcía fueron asesinados.
La destrucción afectó también a las viviendas, y no solo a las llamadas oficiales, como podían ser el ayuntamiento i la cárcel, o las religiosas como la casa rectoral, sino que alcanzó a las sencillas viviendas de sus habitantes. De hecho alcanzó a la mayoría de las mismas obligando en años posteriores a una lenta edificación de las mismas.
Sin embargo, el gran objetivo de los franceses que era coger prisioneros o matar a Luis López Ballesteros y destruir la Golpelleira fue un fracaso y finalmente tuvieron que marchar sin destruir al personaje clave de la comarca y en gran parte de Galicia, que llegaría con el tiempo a ser ministro de Fernando VII. Tampoco consiguieron destruir la gran conexión de las fuerzas gallegas con quien les suministraba las armas a través de la ría de Arousa: la fragata inglesa "Libelly" que tanto ayudó a la expulsión de los franceses de Galicia en junio de 1809.
Lo ocurrido en Vilagarcía fue un ejemplo de lo sucedido en Galicia: no hubo una guerra tradicional, hubo saqueos, venganzas y ninguna piedad. Por eso las guerrillas gallegas obligaron finalmente a que las tropas francesas escaparan a toda prisa de Galicia.

 

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